domingo, 10 de octubre de 2010

Cuatro años de espera

Aunque Bosques ya fue declarado ciudad, muchas de sus calles siguen sin asfalto y son prácticamente intransitables. Una de ellas, Joaquín V. González, es imposible de atravesar después de una lluvia y aún con el piso seco, el terreno se muestra muy poco propicio para el paso de cualquier automóvil que no sea una 4 x 4.
El paisaje es bastante usual para Florencio Varela: calles rotas, zanjas a cielo abierto, agua podrida y olores nauseabundos a los que los residentes ya se han mal acostumbrado.



En medio de este desolador panorama, y a solo dos cuadras de la pujante Avenida Luján, en el fondo de una humilde vivienda, encontramos el pequeño cuarto donde Flavia vive junto su hermanito Agustín, y sus padres, Alejandra Ramírez y Luis Federico Cejas. La precariedad del ambiente contrasta con el orden y la limpieza que rodean a la familia. Alejandra es ama de casa y Luis trabaja conduciendo un remis.



Flavia tiene 6 años de edad y no puede caminar. Tiene mielomelingocele, la más severa variante de «espina bífida». Hace más de cuatro años que su madre está pidiendo una silla de ruedas que le permita a la niña movilizarse por sí misma. La chiquita va al Jardín 922, de Villa Hudson, y solo puede moverse con un carrito de bebé en el que alguien debe trasladarla de un lugar a otro.



Cuando solicitó la silla en la oficina de Desarrollo Social de la Municipalidad de F. Varela, la respuesta que recibió fue negativa. «No hay presupuesto para eso», le dijeron.







«Hace dos años que empezamos a cobrar una pensión por Flavia- dice Alejandra a Mi Ciudad- y recién hace un mes pude conseguir el número de afiliada a PROFE (Programa Federal de Salud, del Ministerio de Salud de la Nación). El problema es que ahora el PROFE ya no atiende en F. Varela. La oficina estaba en Monteagudo, enfrente de la Peatonal, donde funcionaba junto con IOMA. Pero después se desvinculó de IOMA y quedamos sin atención. Me dieron unas planillas que tuvo que completar el médico, para recibir la silla de ruedas, pero en estos momentos PROFE no atiende».



-¿Cuánto hace que está pidiendo la silla de ruedas para su hija?



-Desde que comenzó el Jardín, hace cuatro años.



-¿Hizo algún trámite en la Secretaría de Desarrollo Social de F. Varela?



-Sí. Me acerqué con todos los papeles que me pidieron, en 2007. En ese momento todavía no cobrábamos la pensión. Y me dijeron que no tenían el presupuesto suficiente por lo que vale la silla. Dijeron que el costo era superior a lo que tenían para gastar.


Publicado por el periódico "Mi Ciudad"

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