domingo, 10 de octubre de 2010

MAS DE CIEN CHICAS POR AÑO TIENEN SU QUINTO HIJO ANTES DE LOS VEINTE AÑOS

Nancy Soria no está sola. Hay unas miles de adolescentes en el país que, como ella, a los 18 años ya han sido madres por tercera vez. El tercer parto de Nancy será en los primeros días de noviembre, cuando llegue Renzo o Maia y se sume a la familia que conforman Lucas (cumple 5 años en enero), Zoe (cumple los 4 en febrero) y el compañero de Nancy, un peón de albañil de 25 que es el papá de la nena y del bebé en camino, todos viven en forma precaria en una casilla en el barrio de Villa Mónica de nuestro distrito

«Al primero lo tuve con una pareja que ya no veo; tiene mi apellido. Me puse de novia, a los 13 años, y quedé. Lucas tiene problemas, le sacaron un riñón porque tuve presión alta en el embarazo y por eso dejé la escuela en sexto grado. A los otros chicos los quise tener…bah, a Lucas también, pero yo era chica y tenía miedo», contó la adolescente a El Progreso.

Nancy Soria nació en Quilmes y vive con su pareja e hijos en Villa Mónica.. Pero las estadísticas indican que la repitencia de embarazos adolescentes es más frecuente en el Noroeste y Noreste del país. Según datos del Ministerio de Salud de la Nación, más de cien chicas por año tienen su quinto hijo antes de los 20.

¿QUE DICEN LOS PROFESIONALES?

Por su parte, Mónica Gogna, investigadora del Centro de Estudios en Estado y Sociedad (Cedes), publicó en 2005 una encuesta que realizó a 1.645 puérperas de 15 a 19 años atendidas en distintos hospitales públicos del Gran Buenos Aires, lugares de alta fecundidad adolescente. Entre las encuestadas, 73,5% eran primerizas, pero el 22% ya tenía dos hijos.

«Un primer embarazo tan temprano puede deberse a la falta de información, a no haber tenido contacto con el sistema de salud para acceder al cuidado anticonceptivo. Pero un segundo embarazo no buscado implica haber pasado por el sistema para la atención del parto o aborto y que seguramente haya habido alguna falla en los efectores. A veces la inercia, el desconocimiento de las leyes o la falta de compromiso crean conflictos que se constituyen en obstáculos para el acceso a la consulta de los jóvenes

Coincidió con él Jorgelina Schmidt, una entrerriana de 26 años, licenciada en Trabajo Social, que coordina la Red Nacional de Jóvenes y Adolescentes para la Salud Sexual y Reproductiva. «Evaluamos cómo se aplica el Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable. Hay diferencias, básicamente debido a quién atiende en los servicios.» y agregó: «Esto no puede ocurrir, hubo casos en que a un chico le pidieron receta médica para llevarse preservativos. Estos no son servicios amigables, en lugar de acercar a los jóvenes, los expulsan».

Fernando Zingman, coordinador del Programa Nacional de Salud Integral en la Adolescencia del Ministerio de Salud, admite que hay «un hueco» en el que están trabajando. «Junto a Unicef y la Sociedad Argentina de Pediatría estamos desarrollando una sistemática de atención para adolescentes a implementar en todo el país. No hay suficiente conciencia de que a estos chicos se les pueden entregar anticonceptivos sin que los acompañe un mayor, o que deben acceder a anticoncepción de emergencia sin límite en una guardia o que otros especialistas no ginecólogos pueden usar la anticoncepción como herramienta terapéutica

Schmidt, que con tono tranquilo no negocia medias tintas, disparó terminante: «La realidad es mucho más alarmante que decir que cada cinco minutos una adolescente es madre. Se puede saber cuántos nacimientos de madres adolescentes hay pero no cuántos embarazos: muchos terminan en abortos, en gran parte porque falta el acceso al uso de métodos anticonceptivos». Y siguió: «No alcanza sólo con la información, pero tener el método y recibir la educación es el primer paso. Por eso reorientemos el foco: los adultos están preocupados por el embarazo adolescente, pero son los adultos quienes no cumplen con las leyes de salud reproductiva o embarazan a chicas de 10 a 14 años».

Mientras tanto….., Nancy Soria mira su panza de casi ocho meses y se anima a aceptar el desafío de la recomendación: «A mis hijos los quiero. Pero me voy a poner el DIU. Es mucha responsabilidad tenerlos tan joven, a otras chicas les diría que busquen pareja pero que esperen, que traten de cuidarse»
 
Publicado por el periódico "El Progreso"

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