miércoles, 1 de mayo de 2013

UNA PESIMA ORGANIZACION NOS PRIVO DE VER PELEAR A FERNANDO SAUCEDO

"ES LA PRIMERA VEZ QUE SIENTO AMARGURA Y BRONCA POR UNA TRANSMISION QUE SALIÓ MUY BIEN" por CLAUDIO BLANCO - RADIO G.B.A

El periodista y relator de Radio Gran Buenos Aires (96.5 Mhz) que cubre todos los acontecimientos deportivos y sociales que pasan por Florencio Varela, con gran esfuerzo intentó transmitir la pelea de nuestro crédito local Fernando Saucedo, que por una pésima desorganización no se realizó. En su muro de Facebook, Claudio Blanco volcó toda su bronca, que fue la que compartimos los varelenses el pasado sábado.

Acabo de llegar a casa. Observo y agradezco cada mensaje recibido al face, celu y demás por la gran transmisión radial desde Vélez, rememorando algún tiempo lejano de los festivales de box por radio. Todo salió como pensamos en lo técnico y en lo periodístico. Pero siento una pena enorme. Pena por el esfuerzo de Fernando Saucedo: lo imagino concentrado, haciendo guantes y moviendo sus músculos húmedos de lluvia desde las 5 de la tarde. Mientras nadie le decía nada. Luego un mes de negociaciones, y de entregar hasta el ADN, logramos acreditarnos. La empresa Jorgela Argañaraz nada sabe de acreditaciones, ni de medios de comunicación, ni de la vida. Porque tenemos amigos, logramos que Rodrigo canjee su ubicación sin techo en la platea baja por el palco de prensa. Y justamente allí, en el corazón de la noticia, nadie informaba un pepino de nada. Así que empezamos la búsqueda propia: que Fernando no pelearía -dijimos primero-, luego pasaría a pelear por 6 rounds sin título, luego a pelear después de «Maravilla». En fin, el «Vasco» consumía horas sin saber nada. Nosotros transmitíamos con indicios, supuestos y off the record. Tras 12 rounds y una gran duda en el fallo, la adelantada pelea de «Maravilla» terminó. Mi tarjeta fue de una diferencia de 2 puntos para Murray, aún siendo generoso. Antes habían cortado sin aviso y sin anestesia la pelea de Abregú de 12 a 10 rounds. Y el «Vasco» ya no podía ni disfrutar de los demás combates ni de la certeza de su pelea. Se fue el circo, cerca de las 23. El público se retiraba moqueando por la mojadura e insultando por lo bajo la guita tirada. Charlábamos con los asistentes de Fernanado y ni ellos sabían algo. La TV Pública, TyC, HBO y DeporTV se despidieron de la pantalla. Ningún cronista de esos canales nombraron siquiera el nombre propio «Saucedo», justamente el vocablo más mencionado en Radio Gran Buenos Aires. La respuesta llegó impiadosa: empezaron a desarmar el ring. Fin de la historia. Llantos desconsolados de Fernando Saucedo por la bronca, la impotencia y una culpa que no es tal. Marcelo, su hermano, se descargaba en nuestros micrófonos y daba su verdad a los oyentes. La gente, la que esperó inútilmente frente a la tele desde muy temprano y se pegó a la radio como en la década del ’40, escuchó la manera en que dejaban a la deriva a nuestro crédito y al pobre Gary Barckland, quien viajó al divino botón desde Europa. Y allí, radio de por medio, la gente y nosotros confirmamos -una vez más- lo impiadoso e inhumano de los negocios detrás de un cuadrilátero teñido de celeste y blanco, pero con un corazón rojo, azul y con estrellitas blancas. A nadie le importó un carajo los deportistas, la gente, la prensa y mucho menos las ilusiones. Fernando merece una disculpa que nunca llegará y su oportunidad. Allí estaremos con nuestra humilde radio que más que nunca fue servicio. Suerte «Vasco».

CLAUDIO BLANCO - RADIO G.B.A

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