Hace catorce años, corría el 10 de julio, desde un grupo de entusiastas amantes del tango, nace la idea, en principio simple y modesta, luego cálida y contagiosa, de unirse para compartir con los amigos esa pasión.
Para difundir a través de un objetivo común, ese fervor, ese amor por esta: nuestra música popular. Para trasmitir esa calidez que invadió esos corazones, y para permitir revivir, revitalizar ese sentimiento que los tangueros, si comprenden.
Ese mismo ideal acompañó a la largo de los años este esfuerzo, y en ese nada fácil camino muchas cosas pudieron realizarse y seria inmodesto no reconocer que muchos más aun faltan concretar. Las mejores intenciones los han guiado, algunos fueron quedando en el camino, otros tomaron rápida y entusiastamente la posta, siempre marcados por el mismo punto en común: no desfallecer un solo instante.
Sin siquiera percibirlo, esa idea, ese sentimiento pasó a formar parte de esas vidas, esa honra y honor de compartir, difundir todo aquel quehacer cultural relacionado con aquellos objetivos.
A riesgo de ser repetitivos, los que hoy formamos parte de la institución, damos las gracias a los pioneros, y asumimos el compromiso de continuar.
No dejamos de agradecer a aquellas instituciones que nos brindan su apoyo, a los medios radiales, televisivos y escritos.
Y no nos olvidamos de renovar nuestra apuesta y convite, a acercarse y acompañar, y a remarcar que es nuestro objetivo ofrecer un lugar para disfrutar de nuestra música ciudadana, cultivar amistades a través de un ámbito común de contención y brindar a cada uno la posibilidad de ser parte de este esfuerzo.
Somos consientes que el tiempo implacablemente pasa, y tenemos muy claro que el mismo es imposible de detener, este simple razonamiento nos obliga a legar y crear sucesores, es muy claro deducir que nuestros seguidores serán los jóvenes del presente. Y así allí apuntamos. Aquellos que habitual u ocasionalmente nos frecuentan han percibido la inmensa cantidad de ellos que comparten nuestras reuniones.
Y es a ellos que va dirigida esta arenga: gracias chicos, gracias jóvenes, continúen acompañando este esfuerzo, Uds. son los destinatarios.
Y pese a caer en un lugar común, decimos a viva voz:
“Los hombres pasan, las instituciones perduran.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario