lunes, 14 de marzo de 2011
Fiesta de Sión 2011
El Santuario de Sión del Padre en Florencio Varela cumplió 17 años, y en cada fiesta anual el altar se ve más poblado de sacerdotes pues la comunidad de los Padres de Schoenstatt en la región sigue creciendo. Este año se destacó la presencia de 4 sacerdotes nigerianos que están trabajando en la región para sumar experiencia en el trabajo con el Movimiento para poder levantar más adelante la Familia de Schoenstatt en su propia patria.
Una comunidad creciente
La “Región del Padre” cuenta con 30 miembros repartidos entre Argentina (15), Paraguay (8), Italia (5), Nigeria (P. Andrés Rodríguez) y Alemania (P. Ángel Strada). En camino hay 19 seminaristas y 8 novicios. El diácono Pablo Pérez será ordenado sacerdote el 30 de abril y habrá otras dos ordenaciones este año en Paraguay, la de Pedro Miraballes y Pope Pereira.
La organización de la fiesta de este año fue confiada a la comunidad de Villa Ballester, y tuvo en el coro numeroso uno de los puntos más destacados.
Un compromiso con el Santuario
El Superior regional, P. Juan Pablo Catoggio, en su homilía mencionó que “en el inicio del trienio hacia la celebración de los 100 años de Schoenstatt, la Providencia nos sorprende y nos regala el Santuario Original, con los pasos acordados con los Padres Palotinos. Un regalo sorpresivo que nos exige compromiso con el Santuario como se los exigió a los primeros congregantes a los que el Padre Fundador sumó a su sueño y a su fe en 1914.
Esto nos llama a nosotros a renovar nuestra primera Alianza de Amor y a ocupar nuestro lugar en el Santuario más cercano y también nuestro lugar en el Santuario Original. Pues todos estamos grabados en el corazón de la Mater y somos protagonistas de la historia de Schoenstatt desde siempre”.
El P. Juan Pablo invitó a cada uno a “tomar nuevamente el Acta de Fundación, meditar cada frase y pensarla en tiempo presente, no en pasado. Hoy es el Padre quien nos la dice a cada uno y nos hace la propuesta. Meditémosla en el Santuario. Cada uno dará su respuesta en su familia, en su trabajo, en su apostolado, en la patria”.
12 para el 12
“12 para el 12″, 12 vocaciones para el año 2012, es el desafío que asumen los Padres de la Región e invitan a todos a sumarse con la oración por las vocaciones.
En su prédica, el P. Juan Pablo planteó a todos un panorama tan desafiante como fascinante: “Las vocaciones crecen y seguirán creciendo, como ustedes siguen rezando por ellas. ¡Este año tendremos tres ordenaciones! Cada curso ha ido en aumento. Los actuales novicios son 28 – ¡un aula de colegio! Pedimos 12 novicios para el 2012. Es fácil recordarlo: 12 para el 12. ¿Se dará? No se preocupen por la realización de sus deseos… amo a los que me aman. El crecimiento de vocaciones en todos lados nos obliga a pasar a tener un noviciado cada año. Después del 2012 empezaría otro curso el 2013.
Una locura, sí. Audaz, pero no demasiado audaz para ustedes… Si la Reina nos manda las vocaciones nos mandará también los recursos necesarios. Lo ha hecho siempre, por qué no ahora. El Padre sabe bien lo que necesitamos… no se preocupen… pruébenme con hechos que me aman realmente. ¡Qué sencillo, qué enormemente exigente y difícil a la vez!
Nada podemos nosotros, los Padres solos, nada podemos sin Ella, nuestra Reina maravillosa, y nada podemos sin ustedes. Nada. ¿Se suman? Hacen suya la idea? Ayúdennos – a rezar fuerte por las vocaciones. Una locura hoy, cuando los curas no están justamente en su momento de gloria ni de fama, pero por eso mismo, cuando es más necesario que nunca que Dios nos regale sacerdotes santos, humanos y débiles, pero santos por la gracia de Dios.
Queremos ser protagonistas de un nuevo 18 de octubre. Con la audacia del Padre Fundador”.
Protagonistas de este momento de la historia de Schoenstatt
En el ofertorio, el P. Paul, sacerdote nigeriano, acercó al altar la corona. Bebi y Hugo Gómez, matrimonio de la Familia de La Loma y papás de los Padres Beltrán y Martín Gómez, llevaron el pan y el vino.
Luego de la misa, todos los Padres recibieron saludos de todos los asistentes. La fiesta continuó con el almuerzo compartido en torno a la Casa José Engling y finalizó con la Adoración y Bendición Eucarística en la tarde.
Cada uno volvió a su hogar con la propuesta de meditar y encarnar el Acta de Fundación para aceptar decididos los desafíos que el Padre Kentenich nos propone hoy a cada uno para ser protagonistas de este momento de la historia de Schoenstatt
SIÓN DEL PADRE, Claudia Echenique.
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