miércoles, 5 de diciembre de 2012

MARIA EN EL ADVIENTO



Aunque no lo podamos creer, ya estamos a menos de un mes de la navidad, y como cristianos tenemos la posibilidad de prepararnos adecuadamente con la práctica litúrgica de Adviento.
ORIGEN Y DESARROLLO DEL ADVIENTO
En la concepción pagana la divinidad de los pueblos primitivos venia una vez al año a habitar en su templo: en latín este acontecimiento era el ADVENTUS (presencia o venida) podía durar varios días, tanto cuanto duraban los festejos.


El culto al emperador utilizó la misma idea: el Adventus se convirtió en la visita del emperador o en el aniversario, que se celebraba como si fuera su retorno.

En el Cristianismo desde los primeros siglos, la palabra pagana adviento designó en primer lugar el aniversario del nacimiento del Señor y la celebración de su manifestación el 6 de enero.

Antes de continuar la reflexión tenemos que saber que en la celebración litúrgica coexisten tres dimensiones de la historia: a) el memorial –actualización- del pasado

b) el misterio que se celebra en el presente

c) y la anticipación del futuro.

Como también lo explican los Padres de la Iglesia, conocemos tres venidas de Jesús:

a) La venida histórica, la que nos cuenta San Lucas en sus primeros capítulos, (vino a los suyos y no lo reconocieron)

b) La que renovamos cada año en navidad, en rito, en el culto, en la liturgia, en el corazón.

c) La última venida (Mateo 25) vendrá a juzgar…

Debemos saber también que en la Iglesia, para todos los tiempos fuertes de la liturgia: adviento ,navidad, cuaresma, pascua, pentecostés, etc. Todo se fundamente en la Sagrada Escritura.

Para el adviento se lee el libro de Rut, que se lo considera profético, y algo del profeta Miqueas, pero lo central se lee de Isaías que se sitúa a finales del siglo VIII y comienzos del siglo VII a.c..

En los capítulos del 1 al 39 muestra un tiempo en que en Israel había una desviación generalizada, no había respeto por la ley y mucha infidelidad a la alianza con Dios.

Los invito a que lean la introducción al libro de Isaías en una versión latinoamericana de la Biblia; verán que sin poner nombres de lugares ni decimos en que tiempo sucedieron esos acontecimientos, verán que es una radiografía de la sociedad actual. Entrelaza los temas de denuncia del pecado, de amenaza del castigo y el anuncio de un porvenir nuevo para Israel y para la humanidad. Aflora siempre el tema clásico de una humanidad adúltera e infiel, en contraste con el amor fiel y apasionado de Dios.

Isaías insiste y pone el acento en la renovación interior que llevará a cabo el Espíritu, que Dios dará a su pueblo, los destinatarios de esta transformación será el resto de Israel, o sea los pobres y los humildes que ponen toda su confianza en el señor.

Son ellos los portadores de las promesas de Dios, los anunciadores de la nueva tierra y los nuevos cielos.

Los textos aportan la visión del futuro, comparada con el recuerdo del pasado y con la experiencia del presente, pone de manifiesto que Dios actúa progresivamente un proyecto unitario de salvación para la humanidad.

Otra dimensión a tener en cuenta es que la historia se hace inteligible y recibe un sentido solamente de la fe, ya que es Dios el que conduce los acontecimientos con una fuerza que supera todos los obstáculos que podamos tener. Los que no sintonizan con Dios y sus valores no se dan cuenta que él actúa en la historia.

Isaías hace que revisemos el peligro de siempre:

- De vivir con tibieza nuestro ser cristianos, viviendo como paganos.

- El formalismo religioso que alimenta la falsa certeza de considerarse justos sin conversión, por el mero hecho de ser herederos de las promesas y cumplidores de la ley, formalizadas en una cuantas prácticas religiosas.

Son ilustrativos en Adviento también los salmos, cánticos y responsorios. Los característicos son: Samos 23, 24, 71, 79, 84, 88, 121.

El Salmo 23 por ejemplo muestra que para acercarse al Señor es necesario poseer pureza de corazón en integridad de vida, ese recibirá la recompensa de bendición. Se interpreta que María es la que encarna este salmo, y todos los cristianos a ejemplo de María tienen que disponerse a recibir al rey de la gloria que viene bajo la humilde forma de Hombre.

LA ENCARNACION DE DIOS

EN EL MISTRIO DE LA SALVACION

El pecado no solo provocó la lejanía de los hombres con Dios sino que engendró el miedo, “donde hay miedo no puede haber amor” dice San Pedro Crisologo.

Dos da el primer paso, El nos amó primero, su amor engendra en nosotros el deseo de acercarse y nos invita a regresar a sus brazos. La nueva relación con él debe construirse en el amor.

En el mismo momento que el hombre se aparta de Dios, Dios comienza el proyecto de la salvación.

El abismo que hay entre Dios y el hombre se soluciona solamente, según los Padres Apostólicos,

Cuando se realiza el intercambio entre Dios que se hace hombre, para que el hombre de divinice y eleve su condición. San Atanacio es el que demuestra que la encarnación es la que restaura la imagen de Dios en el hombre como era al principio. Este modelo de intercambio que se da en Navidad, es el fundamento de toda vida cristiana, de ahí el Emmanuel, Dios con nosotros.

En María se realiza este intercambio ya que Jesús Dios, toma naturaleza humana de ella.

ACTITUDES O MODOS DE PREPARACIÓN PARA LA VENIDA DEL SEÑOR: vigilancia, paciencia, purificación, conversión. San Anselmo escribió al respecto: “Enséñame a buscarte y muéstrate a quien te busca; porque no puedo ir en tu busca a menos que tu no me enseñes, y no puedo encontrarte si Tu no te manifiestas. Deseando te buscaré, buscándote te desearé, amando te hallaré y hallándote te amaré”

El Reino de Dios ya está entre nosotros pero aún no en plenitud.

Por eso los Padres Apostólicos decían: “al no tener todavía la consolación plena, tenemos la fe cierta y la esperanza. Sostenidos por la fe, aguardamos en medio de la prueba, con paciencia, y en el deseo del retorno del Señor.

LA FIGURA Y EL PAPEL DE MARIA

Sabemos, Dios se preparó de antemano la que sería la madre de su hijo. Pura, limpia, inmaculada, sin pecado.

La mariología hace una comparación entre Eva y María, por la actitud contraria una de otra, Eva desobedece, dice no a Dios, condena. María obedece, dice si a Dios, salva. Luego en el documento del Vaticano II, Lumen Gentium en el capitulo octavo sobre la Virgen se le da el titulo “co-redentora” junto con el Hijo.

El término “El Señor viene”, pasa a tener importancia en la teología con el tema de la “venida”.

Venir equivale a la intervención de Dios en la historia de la humanidad.

Cristo es enviado como DON=regalos del Padre:- para habitar entre nosotros, visitar a su pueblo, para salvar y renovar el mundo, para hacer de nosotros nuevas creaturas, para liberarnos del pecado, y vencer las tinieblas, para iluminarnos, él nos introducirá en su Reino, será para nosotros la paz.

Es importante la actitud de IR AL ENCUENTRO, prepararse para recibirlo como se menciona en el Evangelio de Lucas: ver parábola de las 10 vírgenes, Lucas 25,1-13.

Siervos en vela cuando el amo llega de improviso, Lucas 12,35-40

Comensales dignos, Lucas 12,35-48

María en espera de la primera venida de Jesús es figura, o sea, se compara con la Iglesia en espera de la segunda venida. Espera que debe ser con esperanza confiada. La espera se vive en la fe, se re-aviva en la esperanza, es una espera vigilante, perseverante en el bien. La iglesia se prepara en el gozo que se cumplirá y en la alabanza.

La carta de San Pablo a los Gálatas 4,4-7 presenta a María como la mujer de la plenitud de los tiempos, con ella se cierra una época y se abre al futuro.

La fuerza misericordiosa y fiel de Dios se había manifestado ya antes de ella para dar a las mujeres ancianas y estériles hijos carismáticos, hijos del Espíritu, llamados a salvar al pueblo, es así como nacieron: Isaías de Sara; Sansón de la mujer de Manoé; Samuel de Ana; Juan de Isabel. Y Lucas que hace toda una presentación especial de María, porque no será madre de cualquier salvador sino DEL SALVADOR por excelencia, Lucas 1,32-33.

CONCLUSIÓN

Podemos ver en la maternidad divina la más grande expresión del amor de Dios por nosotros.

Dios se hizo solidario con nosotros pasando a través de María.


Padre: OSCA FARIAS







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