Los grandes golpes de la jornada tuvieron sus epicentros en Florencio Varela y Ciudad Evita, donde el Verde derrotó con autoridad a Beromama y Almafuerte venció en forma ajustada a Obras Sanitarias. Lo de Varela fue pura contundencia: rompió el cero en el marcador con un try tempranero y se fue al descanso 24-3 arriba. En la segunda parte completó su faena con un par de conquistas que amortiguaron la reacción visitante. Con este triunfo categórico, el Verde arrancó a pleno la carrera hacia el ascenso y desnudó las falencias de Bero, un equipo que no tuvo una buena primera ronda y que, a la luz de los resultados, deberá trabajar con intensidad para no perder la categoría. Por su parte, Alma se plantó en su casa y consiguió un triunfazo sobre el Tachero que agiganta sus ilusiones de pegar el salto a Tercera por primera vez. Luego de unos Interzonales sin demasiado brillo, los de La Matanza recuperaron el nivel y demostraron que tienen con qué dar pelea. Para los de Núñez fue un golpe bajo, ahí donde duele, porque son conscientes que dejaron pasar una buena chance para sumar ante un rival directo.
Después hubo de todo: victorias holgadas y triunfos ajustados. Al que le sonríe el presente es a Atlético y Progreso, que apabulló a Sociedad Hebraica por 82 a 22, en Pilar, para dejar expuestas las distancias entre uno de los equipos que peleó hasta el final por la clasificación a la R II y el quinto de la Zona A del G IV.
También fue tremenda la paliza de El Retiro sobre Defensores de Glew. Dos viejos conocidos de la Cuarta División se toparon en esta nueva instancia para medir fuerzas y evaluar niveles. Pero los de Hurlingham destrozaron cualquier intención del Defe de hacer pie en su debut absoluto en una R III. Ojo con El Retiro…
San Pedro fue otro de los que completaron un arranque furioso de torneo. El equipo de Peto Ramognino apabulló a Porteño por 44 a 17 y ratificó su chapa de candidato a pelear bien arriba en la Reubicación. Por obra y gracia del fixture, el Biguá chocará con otro favorito, Progreso, el próximo sábado. Partidazo. Los de San Vicente llegaron con algunas bajas a territorio sampedrino y se volvieron a casa con las manos vacías, pero con la confianza intacta antes del duelo de clasificados con San Miguel.
Aunque sin tanta diferencia, Atlético Chascomús también ganó sin mayores complicaciones en su primer compromiso del torneo frente a uno de los recién clasificados. El lagunero se sobrepuso a un arranque parejo en el que cada vez que lograba marcar puntos, Virreyes descontaba. En el complemento las diferencias se estiraron y la victoria albirroja no corrió peligro. Más allá del traspié, según la crónica fue un buen examen para el pack del VRC, que complicó en algunos tramos a los forwards locales en las formaciones fijas.
San Miguel y el Sanjo, dos de los mejores exponentes de la Cuarta División, estuvieron a un paso del festejo, ambos en condición de local: los del Oeste cayeron por la mínima ante Las Cañas en un partido que era para cualquiera y a la Gamuza se le escapó el triunfo frente a Areco. Pese al sinsabor de las derrotas, seguramente los dos santos se fueron a casa más conformes que los visitantes.
Los Cedros profundizó el mal momento de Daom con un triunfo por 22-10 en el Bajo Flores que, a su vez, catapulta a los de Malvinas Argentinas a la pugna por los primeros lugares de la Zona F. En tierras tricolores ya se empiezan a escuchar las sirenas que anuncian la proximidad del peligro para que el fantasma del descenso no los agarre desprevenidos.
Monte Grande, de flojo cierre de primera ronda, se sacó la mufa con una buena victoria como local ante Zárate, que llegó a siete traspiés en forma consecutiva y sigue sin encontrarle la vuelta a su presente rugbístico. Para el rojinegro es un mimo después de haberse quedado afuera de la R II en las últimas fechas.
rugbyfun.com
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