Con Sabbatella la bronca es creciente. Lo demostró hace
pocos días el diputado Carlos Kunkel quien, sugestivamente, aseveró que él
"no es kirchnerista, sino peronista", frase que, en este contexto de
convulsión interna, despertó polémica. En lo que sí fue explícito Kunkel fue
cuando tildó de "carroñero" a Sabbatella. "Carroñan votos. Más
allá de las buenas intenciones, van con una lista separada, dicen respaldar al
gobierno nacional y después, en la práctica, hacen un ataque sistemático en los
municipios", atacó Kunkel, dolido todavía por la derrota de su aliado, el
intendente Julio Pereyra, en Florencio Varela.
El kirchnerismo es un caldero en ebullición. Pese a que ya
transcurrieron más de tres semanas desde las primarias, cunden el malestar y
los pases de factura por el fracaso electoral, así como la certeza en varios
dirigentes peronistas de que difícilmente la derrota pueda revertirse en
octubre si, como hasta ahora, predominan la desorganización y el mal manejo de
los recursos de la campaña.
"Yo participé en el armado de las campañas
kirchneristas en 2005 y 2007, estuve en el quilombo de las listas colectoras,
pero te puedo asegurar que nunca vi tanto caos en una campaña. Lo peor es que
las cosas no cambiaron. Sigue el mismo caos", admitió en tono desahuciado
un veterano en las lides electorales del interior bonaerense.
Recostado sobre la pared en un pasillo de la Cámara de
Diputados, el hombre hizo catarsis. "A ver si me entendés: a nosotros, y
te hablo de la zona sur de la provincia, no nos llegó la plata ni para los
afiches. Al muchachito (por el candidato oficialista Martín Insaurralde) lo
vimos poco, nuestros candidatos no pudieron ni siquiera sacarse la foto con él.
Eso es fundamental para que la gente sepa a quién votar... y Sergio Massa que
no dejó lugar sin empapelar. Gastó fortunas", se lamentaba.
Los dardos más envenenados apuntan hacia los jóvenes de La
Cámpora, hacia Martín Sabbatella, líder de Nuevo Encuentro y uno de los grandes
perdedores en las primarias; hacia el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal
Medina, y al ministro del Interior, Florencio Randazzo. Por primera vez en la
era kirchnerista comienza a patentizarse la distancia entre los dirigentes de
auténtica cepa peronista devenidos en kirchneristas que marcan distancia de la
"juventud maravillosa" que prohijó la presidenta Cristina Kirchner.
Con Sabbatella la bronca es creciente. Lo demostró hace
pocos días el diputado Carlos Kunkel quien, sugestivamente, aseveró que él
"no es kirchnerista, sino peronista", frase que, en este contexto de
convulsión interna, despertó polémica. En lo que sí fue explícito Kunkel fue
cuando tildó de "carroñero" a Sabbatella. "Carroñan votos. Más
allá de las buenas intenciones, van con una lista separada, dicen respaldar al
gobierno nacional y después, en la práctica, hacen un ataque sistemático en los
municipios", atacó Kunkel, dolido todavía por la derrota de su aliado, el
intendente Julio Pereyra, en Florencio Varela.
En Morón, tierra de Sabbatella y de la presidenta del bloque
oficialista de diputados, Juliana Di Tullio, la derrota en las primarias fue
aún más estruendosa. Toda la responsabilidad cayó sobre Sabbatella, quien
impuso a sus candidatos en detrimento del Frente para la Victoria. Di Tullio no
podía disimular su enojo y su frustración.
El catalizador de tanta bronca es el presidente de la Cámara
de Diputados, Julián Domínguez, el paño de lágrimas de Di Tullio, Kunkel,
Carlos "Cuto" Moreno y Teresa García, la tropa "peronista"
de la Cámara baja y que quiere renovar sus bancas en las próximas elecciones.
Domínguez acompañó a Di Tullio a Morón tras la derrota en las primarias. "El
próximo intendente de Morón tiene que ser peronista", disparó Domínguez,
apuntando directo contra Sabbatella.
La indignación de los peronistas kirchneristas se
entremezcla con sospechas generalizadas sobre presuntas "trampas" en
el manejo de los recursos por parte de dirigentes de La Cámpora. "Hubo
plata, y mucha, para esta campaña. Pero, llamativamente, no bajó a muchos
distritos. Algunos se la quedaron en el camino", comentó a LA NACION una
fuente importante que participa en el armado publicitario de la campaña oficialista.
"En Santa Fe fue un escándalo", susurran en los
despachos parlamentarios. En el entorno de Jorge Obeid, el candidato
oficialista que salió tercero en las primarias, abonan la sospecha. Por esa
razón, Obeid y el operador presidencial Juan Carlos Mazzón orquestaron un nuevo
comando de campaña en la provincia. La Cámpora local quedó afuera del manejo de
los recursos. "El problema es que estos chicos (por La Cámpora) hacen
campaña de escritorio, o son demasiado vivos. Eso sí, de caminar el territorio,
como sabemos hacer nosotros, nada", despotrica otro diputado de riñón
peronista.
Lo cierto es que, más allá de las broncas y los recelos,
peronistas y "cristinistas" no abandonarán el barco en medio de la
tormenta. No tienen otra alternativa que seguir juntos hasta octubre, admiten
en el peronismo. Pero lo llamativo es cómo, por primera vez, los propios
peronistas hacen visibles las fisuras internas, cuando antes se cuidaban muy
bien de exhibir sus debilidades..
Por Laura Serra | LA NACION
Señor Kunkel si quiere que gane en octubre el intendente Pereyra alejen al señor director Blanco que se robo todo del corralón municipal ,y se compro hectarias en Corrientes con la plata de los valerences,que pagamos los impuestos que injusticia sufrimos los vecinos de Florencio Varela nosotros a penas podemos pagar los impuestos,tanto ganan los municipales como para ,comprar hectárias y su hijo comprar auto y hacer su casa, como crecio en poco tiempo el señor blanco y su hijo
ResponderEliminarEs verdad el señor Blanco tiene un auto no cualquiera lo tiene y su hijo el año pasado tenia una casilla 3x3 ahora hizo la casa de material grande primer piso en el barrio nos preguntamos tanto ganan los municipales o estan robando si piedad , la hija ,nuera son secretarias en el corralon municipal a que hora trabajan si a las doce ya estan en el barrio ganan el sueldo por estar en la casa ,se nota que hay elecciones estan trabajando en los barrios ,pero igual no los vamos a votar estamos cansados de las promesas no les creemos mas
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