domingo, 4 de mayo de 2014

La quinta apuntada por un preso como el lugar donde mataron a Natalia Di Gallo y las intrigas de un caso con diez años de impunidad

Quienes parecen ser albañiles trabajan en el quincho de la quinta Ensueño en el barrio San Juan de Florencio Varela. La puerta de ingreso al terreno sobre la calle 887 tiene el nombre de la propiedad y no es difícil ubicarla. Algunos árboles, el pasto bien cortito y una chalet llaman la atención en una zona de casas precarias contigua a una antena de celulares. Los vecinos la conocen como la “única quinta de la cuadra” y señalan que suele ser alquilada para pasar el día o para alguna fiesta de cumpleaños o casamiento. De reojo uno de los albañiles observa al fotógrafo. No deja de llamarle la atención y, disimuladamente, se arrima a la puerta. Las abre de par en par y sin querer deja al descubierto el lugar al que el polémico Martín Lanatta, condenado a prisión perpetua por el triple crimen de los empresarios en la ruta de la efedrina, señaló como el supuesto sitio donde Natalia Di Gallo, la joven varelense violada y asesinada en el 2004, pudo haber pasado sus últimos minutos de vida. “Los dueños no están y la casa la compraron hace dos meses”, dice el hombre de rellena contextura. No se anima a preguntar por qué sacamos fotos. Ni él, ni sus compañeros, ni los vecinos que rodean a la quinta todavía escucharon que “Ensueño” fue apuntado por un hecho macabro que lleva diez años de impunidad. Y que podría transformarse en un centro de investigación si el tribunal lo considera necesario.
LA NUEVA HIPÓTESIS Martín Lanatta, condenado a prisión perpetua por el denominado "Triple crimen de General Rodríguez", declaró como testigo en el juicio por el homicidio de Natalia Di Gallo y relató que solía frecuentar una quinta en la que pudo haber sido abusada y asesinada la víctima, y que allí vio al imputado Nicolás Gómez, reveló el abogado de la familia Di Gallo, Daniel Mazzocchini en charla con Infosur. Mazzocchini relató que Lanatta aseguró que el inquilino de la quinta, a quien identificó como Cristian Refichi, le confesó haber "sacado muerta" a Natalia, y agregó que días antes de la desaparición de la joven, lo vio a este hombre conversando con Gómez. El testigo declaró en una audiencia del juicio por el crimen cometido en 2003, que comenzó en febrero y que está a cargo del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Quilmes. Mazzocchini aseguró que Lanatta dijo que la quinta mencionada es una vivienda bautizada "Ensueño", situada en la calle 887 al 600 de Florencio Varela, propiedad de Andrés Mayer y Karina López, con quienes Refichi mantenía algún tipo de relación comercial. En su declaración testimonial, Lanatta afirmó que conocía a Mayer, a López y a Refichi desde hacía tiempo y que canceló un negocio con ellos en la ciudad bonaerense de General Lavalle "porque descubrió que tenían a una chica cautiva, atada y con claros signos de haber sido golpeada", dijo Mazzocchini. "Lanatta dijo que al día siguiente de la desaparición de Natalia -el 29 de diciembre de 2003- fue de visita a la quinta y vio cuando estaban cargando en un auto Mazda, sogas, frazadas, sábanas y videos. Estaban sacando las pruebas", relató el letrado de la familia Di Gallo. Según Mazzocchini, en esa oportunidad, Lanatta se encontró con Refichi y éste le reconoció que "sacó muerta a Natalia de la casa", aunque no admitió haber sido él quien la asesinó. "Refichi era el `che pibe` de Mayer", dijo el abogado del particular damnificado, en referencia a que pudo ser éste último quien mató a Di Gallo y, luego, le encargó a Refichi deshacerse de las evidencias. Además, Lanatta manifestó que entre el 24 y el 25 de diciembre de 2003, pocos días antes del homicidio, encontró en la puerta de la quinta a Refichi conversando con un joven que luego identificó como Nicolás Gómez. Para Mazzocchini, el testimonio de Lanatta dejó claro que "Mayer y López organizaban fiestas en la quinta y que Refichi le pedía a Gómez que le entregara chicas", por lo que esperan que los miembros del Tribunal "pasen el testimonio a una fiscalía para que los investigue". En tanto, Santiago Irisarri, uno de los abogados defensores de Gómez, dijo que consideraba lo dicho por Lanatta "totalmente irrelevante" y "toda una fabulación". "Ninguno de los testigos convocados para hablar sobre la quinta dijeron haber visto allí a mi defendido", dijo Irisarri, y agregó: "No está probado que la chica haya ido a esa quinta, no está probado que Nicolás (Gómez) haya estado en esa quinta". recuadro Viejos conocidos Todos en esta novela de intriga policial son viejos conocidos. Martin Lannatta, Cristian Refichi, Karina López y Andrés Mayer habrían mantenido una relación comercial entre los años 1998 y 2007. En ese lapso solían frecuentarse mutuamente e intentaron realizar un emprendimiento náutico en General Lavalle, vínculo que terminaron rompiendo por varios desacuerdos. Refichi es sobrino de dos policías por estos días retirados. Uno que prestó servicios en la comisaría tercera de Varela en el tiempo del crimen de Natalia, jurisdicción a la que correspondía la casa en cuestión. El otro, un tiempo antes, había pasado por la primera para luego recalar en Lomas de Zamora donde fue denunciado por supuestas torturas contra detenidos. Según algunos informantes solía “estar en la movida” nocturna y su vínculo más fuerte lo tuvo con el matrimonio Mayer - López, sindicados como propietarios del polémico canto bar “Bahía” y de la casa quinta apuntada por Lannatta. Tal era la relación entre Refichi y el matrimonio que las hijas de estos últimos lo apodaron tío. Por razones que se desconocen, en los primeros años del milenio, los tres viajaron a la provincia de Salta donde convivieron varios años. Después emprendieron el regreso todos juntos a territorio varelense. En esos años de vida provinciana, Refichi volvía todas las semanas a Varela y solía frecuentar los boliches locales. Incluso, mantuvo una relación sentimental con la hermana de Karina López. Andrés Mayer y Karina López emprendieron un negocio náutico en General Lavalle junto a Martín Lannatta. Por supuesto que también incluyeron a Refichi. La embarcación del matrimonio, puesto a nombre de Karina, recibió el bautismo de Stefi. El de Refichi, Loly. La iniciativa no llegó a buen puerto y se produjo la separación. ¿En el medio pasó algo más? La Justicia tendrá la palabra. EL DATO Cristian Daniel Refichi prestó declaración testimonial en la causa por el triple crimen de General Rodríguez y no dejó bien parado a Martín Lannatta. El caso Natalia fue vista con vida por última vez el 28 de diciembre de 2003, cuando salió de su casa junto a Gómez, y el 1 de enero de 2004 la encontraron asesinada y envuelta en bolsas de nailon en el Parque Pereyra Iraola de Berazategui. Según los forenses, Natalia fue violada y murió por una "asfixia mixta" producida por la obstrucción de las fosas nasales y la boca, en combinación con una compresión torácica-abdominal. También se demostró que fue asesinada en otro sitio y luego depositada en el lugar del hallazgo. Por su parte, Gómez siempre se declaró inocente y denunció que él y Natalia estaban dentro de su auto estacionado en el mencionado parque cuando un delincuente armado los asaltó, lo encerró en el baúl y raptó a la adolescente. Sin embargo, dos testigos que declararon en el juicio afirmaron que esa noche vieron cuando, en el cruce de la ruta provincia 36 y avenida Bosques, de Florencio Varela, varias personas pasaban violentamente de un auto como el que tenía Gómez, un Renault 11 celeste, a otro vehículo a una chica con el aspecto de Natalia.

infosur.com.ar

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