viernes, 14 de noviembre de 2014

La mujer boliviana habla castellano


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Para las juezas del TOC 1, Reina Maraz Bejarano -condenada a perpetua- "domina el idioma y comprendía absolutamente todo lo que sucedió en el marco de la causa"
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Para las juezas del Tribunal Oral 1, Reina Maraz Bejarano, la mujer boliviana condenada a prisión perpetua por participar del crimen de su expareja, habla perfectamente el castellano por lo que comprendía todo lo acontecido en la causa y en ningún momento estuvo en estado de indefensión; así consta en los fundamentos del veredicto al que accedió EL SOL en fuentes tribunalicias.  De acuerdo al voto de la doctora Marcela Vissio, “con la prueba producida durante el debate y la incorporada por su lectura, encuentro debidamente justificado en autos que entre la noche del 13 de noviembre de 2010 y las primeras horas del día 14 de noviembre de 2010,
Límber Santos Villca se encontraba durmiendo en la pieza que compartía junto a su concubina, hoy juzgada y sus dos hijos, Kevin y Fermín, ubicada en el interior del horno de ladrillos El Chacho, sito en las calles La Trilla y Araucano (1620) de la localidad de La Capilla, partido de Florencio Varela".  "En esas circunstancias, se presentó en la vivienda un sujeto del sexo masculino que se domiciliaba en una de las habitaciones contiguas, quien, junto con la mujer de Santos Villca, aprovechando, ambos, el estado de indefensión en que éste se encontraba y con el propósito de facilitar la sustracción del dinero que poseía, procedieron entre los dos a colocar en su cuello una toalla a modo de lazo con la que, ejerciendo fuerza, provocaron el estrangulamiento del mismo, ocasionándole la muerte por asfixia”.  Continúa el fallo diciendo que “posteriormente, los agresores se apoderaron del dinero en efectivo que la víctima tenía en su poder y que estaba destinado al pago de una deuda, además de sustraerle los dos teléfonos celulares de su propiedad. Luego, lo ataron con un cable y cubriéndolo con una tela a modo de bolsa colocaron un palo en el nudo de ésta última en forma transversal para facilitar su traslado y, al menos los dos atacantes, llevaron el cadáver hasta un basural que existía en el mismo predio en donde lo enterraron”.  “Dos días después de este suceso, la hoy juzgada denunció falsamente en la seccional policial que la víctima había salido de su domicilio. Días después, a instancias del relato de uno de los hijos menores de la víctima quien manifestaba que a su padre lo habían matado, se concretó un allanamiento en el predio donde funcionaba el horno de ladrillos en donde vivían la víctima y los acusados, encontrándose el cuerpo de quien en vida fuera Límber Santos Villca, enterrado en un basural existente”.  Macabro
  Las juezas fundamentaron sus votos en el relato de una tía que “habló con Kevin -hijo de Reina y Límber- y le preguntó dónde estaba su papá. El niño le respondió mi papito se emborrachó con cerveza, peleó con Tito y papá le pegó, pero a papá lo mataron, 'está muerto mi papá, lo mataron Reina y Tito'. Haciendo gestos con las manos y tocándose el cuello, decía 'así, lo mataron con un secador, lo sacaron afuera, le envolvieron las manitos', agregando 'está en la basura' y que esto él lo había visto por la ventana de la pieza y quería ir a buscarlo”.  “Después, su hermano fue con los niños a la comisaría y, a las doce de la noche la detuvieron a ella, siendo que al día siguiente apareció su sobrino muerto. Agregó, que Fermín y Kevin -hijos de la imputada y la víctima- hablaban bien tanto en castellano como en quechua y que la acusada también se expresaba fluídamente en ambas lenguas”.  Con relación a la mujer, indican los fundamentos del veredicto que “agregó el niño que Tito vivía aparte, cerca de ellos y que vivía con un hermano. La fiscal le preguntó al niño si Tito era su amigo y aquél respondió que no, 'mató a mi papá'. Luego, expresó que a Tito él le iba a cortar la cabeza. Expuso que Tito tocó la puerta, y que Reina le abrió, que su papá estaba durmiendo y lo mataron, 'lo ahorcaron así', haciendo gestos con sus manos, las que llevó a los lados de su cuello, como si anudara algo y tirara, repitiendo que 'Reina y Tito lo hicieron. La fiscal le preguntó si extrañaba a su padre, ante lo cual, se observó al niño inclinándose sobre la mesa. Luego, le preguntó si extrañaba a su mamá, respondiendo que no, moviendo su cabeza de un lado hacia otro, y reiterando "mató a mi papá'”.  Con relación a la comprensión del castellano dice el pronunciamiento del tribunal que “la perito destaca que cuando se le marcó contradicciones en su discurso, intenta justificarse diciendo: 'lo que pasa es que soy boliviana' (sic), ubicándose como una excepción al grupo social que la circunda, se desrresponsabiliza de sus dichos.También en el informe ambiental acompañado por la defensa realizado por la licenciada María Victoria Carlini, se consigna que las conclusiones a las que se arriban en dicho examen fueron elaboradas a partir de datos aportados por la entrevistada, Reina Maraz Bejarano, advirtiendo que el mismo ha sido realizado sin la presencia de intérprete alguno”.  “Estas razones, me llevan a la convicción de que Reina Maraz Bejarano comprende y puede expresarse perfectamente en el idioma castellano y que, con el argumento de que por su nacionalidad solo domina la lengua quechua, todo lo que ha pretendido durante este proceso es justificarse y eludir la responsabilidad que le cabe por el gravísimo hecho cometido en perjuicio de quien fuera su pareja, Límber Santos Villca".   Finalmente, se deja constancia según las juezas que la condenada intentó obstaculizar a a Justicia.

El Sol - Quilmes

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