miércoles, 4 de noviembre de 2015

Cuando un gobierno considera al trabajador “Un gasto a reducir”.

Las palabras dulces de Mauricio Macri para con los trabajadores y que hasta incluso llego a querer dar lecciones de peronismo, se reducen a estas cosas que hasta hace muy poco e incluso hoy, pasan en la ciudad de Buenos Aires. Las políticas sociales en materia de vivienda de Macri son estas:



Cualquier persona que viaja a capital temprano para trabajar se encuentra con este paisaje. Esta es la forma en el que candidato del PRO ve a los sectores vulnerables y a su vez, no deja de construir en cada rincón de tierra disponible dentro de la ciudad, edificios de lujo para que “El Mercado” determine quien vive bajo techo y quién duerme en la calle. Si tenes $ 500.000 dólares, ¡estas adentro!,   y accedes a los edificios de última generación que ofrecen los empresarios inmobiliarios amigos del gobierno porteño.


 Si Macri no puede dar solución habitacional a un sinfín de personas en una ciudad y que en muchos casos son arriados por este tipo de políticas al conurbano, ¿En qué mundo Macri va a generar fuertes políticas para que un trabajador tenga su casa entre otras cosas, o mantenga los beneficios obtenidos para su clase?.

Pero de esto nadie del PRO da detalles, solo ideas poco consistentes y nada precisas.  Con Macri como presidente las políticas sociales de vivienda y otras, (para los trabajadores y los sectores más vulnerables), no existirían más porque sencillamente, “El Mercado no acepta a personas sin dinero suficiente”, y serán las exigencias del mercado el eje de estas políticas.

Para el mercado solo tienen oportunidad quienes tienen dinero, nada más. Esa es la propuesta oculta del macrismo que no se visualiza, y quienes lo votan no alcanzan a entender que Mauricio Macri es más que un voto castigo, es condenar a mucha gente a la frialdad y la voracidad del capitalismo crudo que te deja en la calle si “no tenès dinero”, y que además viene a instalarse para ponerse al servicio de las corporaciones por muchas décadas, no solo por 4 años como algunos piensan.

Esto es hoy una realidad, una de las inconsistencias (entre tantas que iremos viendo) que tiene el gobierno porteño con respecto a políticas dirigidas a clases trabajadoras, o de cierta vulnerabilidad. Ellos toman medidas de asistencia temporal pero no de erradicación del problema porque no saben hacerlo, de hecho, no les interesa hacerlo y por eso “no lo hacen”.

  Para los del PRO, la forma de sacarse de encima los problemas de los más vulnerables, es enviando a miles de trabajadores a las villas o al conurbano. El problema mayor será cuando manejen la nación; ¿A dónde van a arriar a los laburantes de bajos ingresos y a los pobres?, ¿Qué plan tendrá el mercado para los pobres?, ¿Alguien lo sabe?.  Nadie del espacio lo sabe con claridad ni lo dice con precisión o con una propuesta concreta.

Es una vergüenza cuando vemos a medios de comunicación llevar el mensaje a las clases sociales de menores ingresos sobre que “les quieren hacer tener miedo” cuando hasta no hace mucho e incluso hoy en la ciudad de Buenos Aires los resultados de la gestión Mauricio Macri muestran cosas como esta:



Quizás el voto de muchos trabajadores haya sido en contra de políticos que no estaban a la altura de las circunstancias para pelear una gobernación o quizás, de la percepción de cierta soberbia que al pueblo no le gusta para un gobernante, pero ese sentimiento de disconformidad tiene que servir para "construir o mejorar", no para entregarle el país a las corporaciones.

Limpiar los espacios políticos que representan a los trabajadores, es tarea de los trabajadores y por eso, dicha clase debe aprender a no apoyar dentro de sus partidos a los que consideran “No aptos”, para no tener que autoflajelarse votando en condición de “castigo” a quienes los ven solo como un “gasto público a reducir” o “una variable de ajuste para la rentabilidad de las empresas”.

 El voto inteligente en un mundo exigente como el de hoy es más que necesario. Hoy la política exige al ciudadano más compromiso y participación para decirle que “no” a los políticos mediocres que se quieren colar por DEDOCRACIA, y así mejorar las bases partidarias. Hoy, poner un voto castigo, puede condenar a toda una clase social trabajadora a la frialdad del mercado que impone la ley del más fuerte económicamente y que no duda en flexibilizar a todo el que guarda relación de dependencia. Los pequeños empresarios o independientes son aplastados por los más fuertes recibiendo la bendición del estado para hacerlo. Eso es la regulación del sistema económico según el mercado como eje.  Cuando un trabajador se inclina por eso, simplemente está siendo su propio verdugo.

Es muy triste ver como una persona de clase trabajadora, por ejercer un voto castigo, elije que lo gobierne una coalición política que apoya a personas como “Macri padre” que no vacilo en sumarse a la ola vaciadora de la Argentina en momentos de gran necesidad de unidad en la nación. Cuando esto sucedió, “Mauricio Macri no salió a los medios a decir que estaba en contra de lo que hizo su padre”; lo dice ahora porque solo quiere ser presidente. Ya lo hemos escuchado cambiar de discurso hasta no hace mucho.

El gobierno de una nación puede ser conducido por diferentes visiones de país; Macri plantea un gobierno de total manejo de la oligarquía, los grupos económicos y las corporaciones, y siempre desde la frialdad flexibilizadora del mercado como ya lo hemos vivido antes. El capitalismo, la oligarquía y las corporaciones jamás construirán un país con verdaderos beneficios y salarios dignos para los trabajadores. La historia siempre ha demostrado eso.





Lic. Gustavo Adrián Berón

Peronistas sin Fronteras.
Profesionales justicialistas.
 gustavoberon69@hotmail.com

2 comentarios:

  1. Anda a la puerta del Hospital Mi Pueblo y vas ver la gente que vive en la calle durmiendo en el hall junto con sus perros.

    ResponderEliminar
  2. julito que es ka ka vive en puerto madero su corazon es burgues

    ResponderEliminar