Fue Primicia – Único medio
Desde el municipio están intranquilos por que los hechos toman estado público, se enojan con los medios, preguntan cómo nos enteramos de los robos, de las entraderas, de los asaltos, de los homicidios, nos tildan de amarillistas y sensacionalistas, en vez de encargarse y ocuparse de brindar seguridad y que los sucesos no ocurran.
“Tierra de nadie es esta zona señor, acá roban todos los días, nadie se preocupa, a pocos metros esta la garita de la policía local, un patrullero perteneciente a esa fuerza estacionado al lado, al cual no mueven porque no tiene combustible, de la comisaria mejor ni hablar, no existe don, no existe”.
Varios vecinos elevaban la misma queja, la inseguridad que azota la zona, no da respiro.
Esta violenta entradera ocurrió en horas de la madrugada de ayer, en la calle 1436 entre la avenida Eva Perón y la calle 1423 del barrio San Francisco Oeste, de Florencio Varela, al sur del conurbano bonaerense.
En la planta alta de la vivienda, Luis Pérez (49) estaba vistiéndose para ir a trabajar, su esposa Claudia, dormía junto a su hija Ambar (3), en otro cuarto estaba Cristian (20), hijo de la pareja, y en un dormitorio de la planta baja Gabriel (26) sobrino de Luis.
Cuatro sujetos irrumpieron ingresando por una de las puertas balcón del primer piso.
Sorprendieron a la pareja, golpearon a Luis varias veces en la cabeza, lo ataron con cinturones, le preguntando cuanta gente había en la casa, utilizaron corbatas para atar a la esposa, los tiraron en la cama, con Ambar en el medio.
Dos de los malvivientes fueron al dormitorio de Cristian, a quien también golpearon, lastimándolo en la cabeza, lo obligaron a acompañarlos al cuarto de Gabriel, quien había trabado la puerta, pero terminó abriéndola cuando lo amenazaron con matar a sus familiares.
Luis indignado contó a EL RADAR, único medio en el lugar “le dimos lo que teníamos en casa, unos $2600, querían más, no teníamos más, me golpeaban una y otra vez, también golpearon a mi hijo, mi esposa rogaba que la nena no llorara, que no gritara, teníamos miedo que se alteraran aún más. Nos rompemos el alma trabajando, y vienen estos y te sacan todo en media hora. Cuando se fueron, después que nos desatamos, llegó el patrullero de la policía local, pero nos dijeron que no tenían combustible para seguir a los chorros.
Se llevaron dos televisores LED, una computadora completa (que habíamos terminado de pagar el mes pasado) un DVD, ropa, zapatillas, una moto cross corven 150 cc y una moto marca Yamaha FZ, propiedad de Gabriel, de la cual había pagado recién la tercer cuota.
Por otro lado, los policías de la comisaría 5ta. nos recomendaron de forma reiterativa que no dijéramos nada de los sucedido, que no habláramos con los medios.
Los sujetos se fueron hacia la calle 1423.
Claudia logró desatarse, para liberarme debieron cortar los cinturones, pedimos auxilio, se acercó el patrullero de la policía local, el cual esta estacionado junto a la garita, a 200 mts de casa, pero al llegar, nos dijeron que no podían seguir a los ladrones porque no tenían combustible.”
La inseguridad en la zona de “La Capilla” es moneda corriente, parece que volviera la época cuando la banda de los encapuchados tenia a mal traer a los vecinos del lugar, nada más que ahora asaltan, golpean, amenazan, a cara limpia, dando la sensación que pueden hacer lo que quieran porque la policía está de adorno.
Elradardelsur.tv
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