sábado, 6 de agosto de 2016

EN UN ASALTO EN SU KIOSCO, GOLPEARON Y LE GATILLARON AL EX DT DEL HALCÓN RUBÉN “EL NEGRO” AGÜERO



Rubén “el Negro” Agüero fue defensor de Estudiantes en la década del ‘80. Luego se convirtió en técnico y dirigió en varios equipos de fútbol del ascenso. Y también se dedicó al comercio: tuvo un local en el Centro y ahora, desde febrero, atiende un kiosco en Los Hornos. En los seis meses que lleva en ese local, no le había tocado que le robaran. La racha se cortó el miércoles, cuando lo asaltaron violentamente, al punto que le partieron la cabeza de un culatazo y le gatillaron el arma varias veces, sin que saliera ningún tiro.

Eran las 18.30 de aquel día y en la esquina de 65 y 133 había el movimiento intenso habitual que se ve en esa zona. Agüero había estado un momento antes atendiendo a un proveedor y a una clienta. Cuando ellos se fueron, entraron dos ladrones que, aparentemente, habían sido vistos en la vereda en los minutos previos.
Los delincuentes no anduvieron con rodeos. De sopetón, uno entró corriendo, sacó un arma, le apuntó al hombre y le exigió toda la recaudación.
El ex futbolista nunca se resistió y le permitió que se llevara los poco más de dos mil pesos que había en la caja. “Pedile la plata grande”, lo instigaba el segundo ladrón, que ingresó a continuación y se dedicó a recorrer la parte trasera del local, en busca de algún otro escondite de efectivo que allí no hay.
“Eran tipos de alrededor de 25 años, que andaban con una moto importante y bien vestidos”, los describió Rubén, durante una entrevista con EL DIA.
Sin creerle nunca al comerciante, que les repetía que ese era todo el dinero, el primer delincuente llegó a revisarle los bolsillos. Así sumo no más de 500 pesos al botín. Agüero llegó a darles su reloj pulsera, pensando que así empezarían a calmarse.
“ME QUERIAN MATAR”
Sin embargo, ambos seguían disconformes y se tornaban cada vez más violentos. “Tengo un kiosco, ¿qué más querés que tenga acá?”, los interpeló el “Negro”.
El más recio de los dos empuñó fuerte su arma y le partió la cabeza al comerciante con un golpe con la culata.
A ese castigo le siguió una amenaza peor. Con el caño de esa pistola orientado a la cara de Agüero, el ladrón tiró del gatillo “tres o cuatro veces”, dijo Rubén. Ayer a la tarde todavía le duraba el shock: “Me querían matar y eso es lo que más miedo te deja, porque te gatillan, encima de robarte todo”.
Otro comerciante que trabaja a metros de ahí detectó lo que pasaba y avisó al 911. Varios policías se acercaron al lugar cuanto antes pero los delincuentes fueron más rápidos en volver a la moto y escapar.
Agüero estaba, además de asustado, con la cabeza llena de sangre por el corte. Los oficiales llamaron al 107 “pero la ambulancia nunca llegó”, se lamentó el hombre, que al final fue curado por su ex mujer, médica.
Desde que la inseguridad obligó a cerrar a las dueñas de una pollajería cercana (ver recuadro), Rubén trabaja con más cuidado. Ultimamente decidió empezar a adelantar el horario de cierre para las 19, y ahora estudia instalar un portero electrónico en la puerta, aunque él mismo realmente duda de su utilidad. “Si se quieren meter, lo pueden hacer justo cuando está saliendo un cliente”.
Rubén Agüero es mendocino y jugó en la primera de Estudiantes entre 1982 y 1990. Hoy vive en La Loma y a comienzos de año abrió ese kiosco en Los Hornos como una alternativa a sus anteriores trabajos como director técnico en equipos como Defensa y Justicia, Godoy Cruz y San Martín de San Juan, entre otros.
Entre 1983 y 1993 fue dueño de un local de regalos para chicos en el centro, sobre calle 50. En aquella época nunca le robaron.
Ahora regresó al rubro comercial. Todo se debe a una buena noticia, porque el ex futbolista espera a su primer nieto para enero. “Tuve ofertas para dirigir en el Interior pero preferí quedarme acá. Ahora tengo que seguir trabajando, si no ¿qué voy a hacer?”.

Planeta Defensa
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