Una joven promesa varelense

Lautaro Vosylius, que se entrena en La Patriada, no ocultó su alegría tras haber comenzado a trabajar en el CeNARD. "Es una experiencia sumamente rica", argumentó
noticias
Sale del colegio y rápidamente se dirige a Núñez para entrenarse en el Centro del Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CeNARD). Lautaro Vosylius trabaja para superarse diariamente en el bádminton, disciplina que está en desarrollo en Argentina.  El joven, que se entrena en el Polideportivo La Patriada de Florencio Varela, dialogó con EL SOL Deportivo y dio a conocer sus expectativas para este año.


“A los trece años tuve mi primer contacto con este deporte: todo empezó cuando mi tío compró un par de raquetas. Después lo practiqué en la sociedad de fomento del barrio San Emilio y comencé a jugar en el patio de mi casa con mi hermano. Después me interioricé y me atrapó. Gané mi primer torneo en Lanús y a partir de me di cuenta que me gustaba. Ese triunfo fue un impulso”, explicó el joven de 16 años, que trabaja junto al entrenador Facundo Javier.

“Me exijo y dejo todo en cada partido. Este año comencé a entrenarme cuatro veces por semana: el técnico del seleccionado argentino me tuvo en cuenta y comencé a trabajar dos días en el CeNARD. Estoy aprovechando esta oportunidad. Es una experiencia sumamente rica. Es increíble, me esfuerzo para mejorar”, manifestó el joven.

-¿Qué es lo más difícil del bádminton?
-Creo que este deporte es un reto. Los tiros no son fáciles de ejecutar, necesitás hacerlo con técnica y también hay que desarrollarla. Es un deporte complicado: los golpes son complejos y es muy clave el movimiento de muñeca.

-¿Cómo te sentís?
-Estoy con muchas expectativas de cara lo que se viene. Me siento confiado, dentro de poco tiempo viajaremos a Brasil y daremos todo para estar a la altura. Toda competencia es importante pero una de esta talla es especial.

-¿Qué clase de jugador sos?
-Cambié mi manera de jugar. Ahora soy agresivo: busco el juego, soy ofensivo. Ataco constantemente al rival y busco que me quede cómodo el tiro para poder rematar, sin dejar respuesta del otro lado. Estoy intentando siempre terminar el punto atacando al adversario.


Por Fernando Martini
Diario El Sol - Quilmes