Los alcaldes insisten en que el ministro mide menos que Scioli. Los actos forzados y la crisis de las boletas.
La orden comenzó a llegar al conurbano: no ningunear a Florencio Randazzo y permitir que al menos sea competitivo en la primaria con Daniel Scioli.
En Florencio Varela, la mesa randazzo se formó con agrupaciones como Movimiento Mayo, Espacio Militante Néstor Kirchner, La Jauretche Varela, Partido Comunal y Popular, Partido Frente Grande Varela, Espacio Carta Abierta Varela y la Jauretche.
Carlos Zannini, principal promotor del ministro del Interior, se encargó de enviar el mensaje, pero por ahora no tuvo la respuesta que esperaba. El martes, una treintena de alcaldes de la provincia se reunieron en La Plata y coincidieron en que no se inmolarán por el ministro.
“Si mide menos, no es nuestro problema”, remataron los alcaldes, relató un testigo a LPO. Aunque las encuestas varían, en cualquiera el ministro aparece lejos de Scioli en la provincia y la diferencia se estira con el resto del país. Y a ningún intendente le seduce jugar a perdedor.
Encuestas en mano, el gobernador asegura que la primaria la tiene ganada 70 a 30 y hasta ahora nadie se atreve a contradecirlo. Randazzo tiene otra ecuación: sostiene que si le roba a Scioli el voto cristinista, que algunas encuestas lo dan como más de la mitad de su capital electoral, librará un mano a mano parejo con el gobernador.
“Randazzo no es vehemente sólo porque le sale natural. Le habla al núcleo duro del cristinismo. Es lo único que le pude dar chances”, explica un experimentado operador K.
Lo cierto es que a un mes del cierre de listas nada de eso está pasando y los intendentes, experimentados en el arte de no tomar riesgos, prefieren a Randazzo lejos.
En la última reunión del consejo del PJ bonaerense hicieron saber su inquietud a los apoderados del partido, cuando consultaron si era lícito imprimir un modelo de boleta municipal con cada candidato provincial y nacional. Zannini, arquitecto electoral del Frente para la Victoria, supo de la consulta y nunca respondió.
Las adhesiones que hasta ahora recibió Randazzo en el conurbano son forzadas e intrascendentes. Esta semana protagonizó un acto en Escobar con Ariel Sujarichuk, candidato del FPV y cercano a Scioli hasta hace poco. El regreso del intendente Sandro Guzmán lo colocó en un lugar incómodo y lo habría obligado a ceder ante una presión oficial.
En la primera sección electoral no quieren riesgos porque es donde aún es fuerte Sergio Massa y lo que menos quieren es que aparezca alguna interna inesperada que agrave su continuidad. Fue por eso que Hugo Curto se apuró el año pasado en aparecer en pintadas junto a Scioli.
Algunas versiones en el submundo kirchnerista, típicas de épocas prelectorales, hablaban de una dura discusión del ministro a Zannini por la demora en un apoyo explícito.
Sería tras ese cruce que Cristina bajó a Daniel Scioli del festejo de Juan Urubey en Salta y le dio un lugar privilegiado en el acto por la reglamentación de la estatización de los trenes.
“Nadie entiende porque lo hicieron esperar tanto a Florencio para empezar la campaña. No creo que le alcance con 40 días. De esta manera es sólo un ingrediente para condicionar a Scioli”, reflexionó ante LPO un dirigente que habla semanalmente con Zannini.
El papel de La Cámpora alimenta a especulaciones sobre el verdadero interés de la Casa Rosada con Randazzo. Máximo Kirchner lo llama semanalmente, pero no puede o no quiere evitar que Eduardo "Wado" De Pedro y Mariano Recalde se paseen junto a Scioli. Sólo Andrés "Cuervo" Larroque se resiste a juntarse con el Gobernador.
Es que el panorama en las provincias es más desconcertante. El ministro mide mal en Córdoba y Santa Fe y es desconocido en el norte, donde los gobernadores ya planean un apoyo explícito a Scioli. “Acá, Randazzo no es un tema”, confesó a LPO la mano derecha de un mandatario norteño. Debería comenzar a serlo en breve, si realmente quiere ser decorativo en las primarias de agosto.
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