martes, 17 de noviembre de 2015

La tosquera de Scarpato se cobró otra vida
















Único medio en el lugar
Pasan los años y no se toma conciencia, que la muerte aguarda en las profundadas y frías aguas de la tristemente célebre Tosquera de Scarpato.
El lugar, da terror,  es un enorme espejo de agua de 10 hectáreas. Allí perecieron gran cantidad de personas, que pese a los carteles de prohibido bañarse se sumergen en las aguas, no prestando atención a las advertencias.

La tosquera había sido cercada, postes de cemento se habían colocado, y alambrado gran parte del predio, gente de las inmediaciones se encargó de ir de a poco robando todo.
Los carteles que indican la advertencia del riego en la zona, son rotos, arrojados lejos de lugar, como si de esta manera el peligro desapareciera.
Comienzan la época estival, los jóvenes no toman conciencia y subestiman el riego que conlleva introducirse en las heladas aguas, con una profundidad de más de 15 metros,  donde remolinos y corrientes arrastran todo a su paso, incluido su propia vida.
Lautaro (12) y su mamá (Yanina) habían llegado desde su casa de Quilmes, a visitar, a su tía, que vive en la calle Oncativo y Pino Hachado de Bosques.
Lautaro junto a otros tres menores, de la misma edad, se dirigió  a la tosquera, ubicada en la calle 970 y Amenabar, de Bosques, al sur del gran Buenos  Aires.
 Los chicos comenzaron a tirarse al agua, una y otra vez, cuando se retiraban del lugar, según los dichos de uno de los menores, Lautaro dijo que quería hacer pis, y volvió para el lado del agua, como no regresaba lo fueron a buscar y encontraron la ropa pero no a Lautaro.
Los chicos avisaron a los mayores.
Se convocó a la policía, quienes  solicitaron a los buzos tácticos de los Bomberos Voluntarios de  Florencio Varela, personal de Guardia Comunal, del C.P.C, Policía Local, Sub ddi y efectivos de comisaria al lugar a fines de realizar un rastrillaje.
La noche detuvo la búsqueda y a primeras horas de hoy la misma se reanudo.
En horas del mediodía, luego de más de seis horas de intensa búsqueda, el buzo táctico perteneciente a los bomberos Voluntarios de Florencio Varela Lucas Nicolás Wukitsevits, logró encontrar el cuerpo de Lautaro.
El menor estaba a unos 6 mts de la costa y a una profundidad estimativa de 4 mts. atrapado por el lodo.
El cuerpo del pequeño fue reconocido por su madre, y luego trasladado a la morgue judicial para realizarle la autopsia correspondiente.
Y nos quedamos con dos imágenes, el dolor ante la muerte de un ser amado, producto de la negligencia, de la inconciencia, de la falta de dialogo, de prevención, de informar a los chicos que en esas aguas espera la muerte.
Y por otro lado, la imagen del Lucas, el buzo táctico perteneciente a los Bomberos Voluntarios de Florencio Varela, quien encontró en las frías aguas el cuerpo de Lautaro, y al salir se abrazó con su padre el señor Juan Carlos Wukitsevits, quien fue bombero voluntarios durante casi 25 años, y quien le trasmitió su hombría de bien y el inmenso amor de brindar todo de sí sin pedir nada a cambio.

Elradardelsur.tv

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