martes, 14 de marzo de 2017

Lo peor fue el formato de la derrota de Newell's ante Defensa y Justicia

Newell's arrancó torcido en Varela. El equipo falló en todas las líneas.
Golpe de nocaut. Los jugadores leprosos no tuvieron respuestas luego del gol de Defensa y Justicia.
Hay derrotas que duelen por el resultado en sí como es lógico, pero las más traumáticas son las que se producen cuando el rival te supera ampliamente en todas las facetas del juego.
Y justamente con esta última característica se inscribe la que sufrió Newell's en la tarde del sábado en Florencio Varela. Porque, si se quiere, perder 1 a 0 de visitante en lo que es la reanudación de un torneo tras 80 días de interminable parate tampoco es para dramatizar, pero lo llamativo para los rojinegros fue el formato que tuvo la caída. Porque el equipo de Diego Osella lució desarticulado en todas las líneas, jamás encontró la pelota, los jugadores de mayor categoría no engranaron y encima no logró hacer pie en lo que en el semestre pasado fue una de sus principales virtudes: el orden defensivo. El saldo fue una decepcionante presentación en el 2017, como se dijo no tanto por el resultado adverso, sino por la supremacía que le imprimió al trámite el conjunto dirigido por Sebastián Beccacece.

Diego Osella tiene el manual de que los equipos se arman de atrás hacia adelante. Y con esta premisa fue reconstruyendo paulatinamente la imagen de Newell's el año pasado hasta poner en cancha un equipo sólido y efectivo, que está entre los principales animadores del torneo, ahora a seis puntos de distancia del líder Boca.

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Y además en los metros finales de la cancha la diferencia la marcaban Maxi, Nacho y Formica, siempre sacando un conejo de la galera para que el rojinegro cante victoria en partidos chivísimos y hasta de trámites desfavorables.

Pero cuando se levantó el telón oficial el último sábado en el conurbano bonaerense la partitura prolija y utilitaria que venía utilizando se extravió. El equipo fue un manojo de errores y el rival hasta mereció imponerse con mayor holgura en el marcador. Newell's sufrió el partido ante un Defensa y Justicia que desplegó un fútbol atrevido usando todo el ancho de cancha para lastimar.

De atrás hacia adelante vale la pena desmenuzar el rendimiento de cada una de las líneas del equipo. El punto más alto fue el arquero Luciano Pocrnjic, lo que refleja que tuvo muchísimo trabajo y que bancó con sus reflejos que varias pelotas con destino de red no atravesaran la línea de sentencia. Como un bombazo de Rafael Delgado que despejó con los puños y un cabezazo abajo del arco del ligerito Nicolás Stefanelli. Claro que el uno rojinegro no pudo desviar la arremetida de Alexander Barboza a la salida de un córner en el segundo tiempo, cuando el defensor del Halcón se escapó de la marca de Nehuén Paz y Mauro Formica, para arrojase con picardía y conectar de cabeza para establecer el único grito de la tarde.

Y en el marco de todas las ventajas que entregó Newell's, los dos zagueros centrales al menos aguantaron a pie firme dentro de sus posibilidades los embates de los atacantes rivales, que muchas veces llegaron a sus narices libres de marca y lanzados en velocidad. Tanto Sebastián Domínguez como Néstor Moiraghi no cometieron errores no forzados y tuvieron varios cierres providenciales, en especial en el primer tiempo, cuando los desbordes del local traían veneno al área rojinegra.

Pero las puntas de la defensa estuvieron muy desprotegidas. Porque Franco Escobar y Nehuén Paz sufrieron sobremanera las arremetidas del rival por las bandas. En especial cuando los encaró el endiablado Stefanelli. Es más, hasta muchas veces revolearon la pelota sin ton ni son.

Tal vez el Triángulo de las Bermudas de Newell's en Varela fue el doble cinco. Porque ni Juan Ignacio Sills, más retrasado, ni Facundo Quignon lograron hacer pie en toda la tarde. El medio leproso fue zona liberada y allí deberá recuperarse rápido el equipo para la próxima presentación.

Mientras que del medio hacia arriba tampoco aparecieron las soluciones. Joel Amoroso lució sin velocidad ni confianza. Mauro Formica fue de mayor a menor y terminó enredado entre los rivales. Mientras que Maxi tuvo escasa participación, intentó desmarcarse pero la pelota siempre le llegó sucia. Y Nacho Scocco, que en la semana lidió con una contractura, tuvo un interesante despliegue físico, pero siempre culminó mal las jugadas que protagonizó.

De esta manera hay que decir que a todos los futbolistas leprosos les costó hace pie en el partido. Desde lo individual y lo colectivo están muy lejos del cierre auspicioso del semestre pasado. Osella deberá recomponer el funcionamiento línea por línea para que Newell's, más allá de los resultados, vuelva a tener un formato de equipo confiable.

lacapital.com.ar

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