Hoy se recuerda el inicio de la epidemia de fiebre amarilla, una enfermedad viral que se encuentra sobre todo en Brasil, y se transmite a través del mosquito Aedes Aegypti. La vacuna contra la enfermedad está incluida dentro del Calendario nacional, siendo esta conjuntamente con la eliminación de los posibles focos de reproducción del vector las principales formas de prevenirlas.
¿Qué es la fiebre amarilla?
La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda, hemorrágica, transmitida por mosquitos infectados. El término "amarilla" alude a la ictericia (Coloración amarillenta de la piel y las mucosas que se produce por un aumento de bilirrubina en la sangre como resultado de ciertos trastornos hepáticos) que presentan algunos pacientes.
Para contribuir con esa recordación, desde el área de Salud Municipal, el Director General de Medicina Preventiva, Dr. Gabriel Nauda respondió un breve cuestionario sobre esta patología.
¿Dónde hay fiebre amarilla?
-En las zonas del Brasil: franja Central de ese país, San Pablo y el Estado de Minas Gerais. La zona costera de Brasil que habitualmente son puntos turísticos, no presentan casos ni riesgo de Fiebre Amarilla.
¿Cómo se transmite?
-A través de la picadura del mosquito Aedes Aegypti, el mismo que transmite el dengue.
¿Cuáles son los síntomas?
-Fiebre elevada, dolores musculares y dolor intenso de cabeza. La piel se pone amarilla por la bilirrubina que aumenta. Progresa y puede generar hemorragias e incluso la muerte.
¿Cómo se trata?
-No tiene tratamiento específico.
¿Cómo se diagnostica?
-Por la relación epidemiológica en zonas de riesgo, los síntomas y los análisis de laboratorio.
¿Cómo se previene?
-Con vacunación contra la fiebre amarilla, que en la actualidad está incluida en el calendario nacional.
¿Es la vacuna segura y eficaz?
-Sí, la vacuna es eficaz. Comienza a actuar a los 10 días de aplicársela y su efecto tiene diez años de duración.
¿Quiénes deberían vacunarse?
-Las personas que viajen a zonas donde se registraron casos o que estén cursando brote epidémico (Principalmente Brasil en las zonas NO COSTERAS).
¿Quiénes no deberían vacunarse?
-Los que viajen a las zonas costeras. Estos lugares no son de peligro, por lo tanto, al trasladarse a estos puntos turísticos, no es necesario vacunarse.
¿Es posible la erradicación?
-Si es posible, con vacunación y evitando que se crie el mosquito, tal cual se hace para el dengue.
Función de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
La OMS desempeña las funciones de Secretaría del Grupo internacional de coordinación del suministro de vacunas para el control de la fiebre amarilla, que mantiene una reserva de emergencia de dichas vacunas para garantizar una respuesta rápida a los brotes en los países de alto riesgo.
La iniciativa contra la Fiebre Amarilla se lanzó en 2006 para garantizar el suministro mundial de vacunas y aumentar la inmunidad de la población mediante la vacunación. Dirigida por la OMS y apoyada por el UNICEF y los gobiernos nacionales, se centra especialmente en los países africanos más endémicos, donde la enfermedad es especialmente importante.
Desde su lanzamiento se han hecho grandes avances en el control de la enfermedad en África Occidental, donde se han vacunado más de 150 millones de personas y no se han notificado brotes en 2015.
La Iniciativa recomienda que se incluya la fiebre amarilla en los programas de vacunación infantil sistemática (a partir de los 9 meses), que en las zonas de alto riesgo se lleven a cabo campañas de vacunación en masa de todos los grupos de edad superior a 9 meses, y que se mantenga la capacidad de vigilancia y de respuesta a los brotes.
Historia:
El foco de epidemia de fiebre amarilla se desató en Paraguay. Los primeros casos en Buenos Aires se detectaron el 27 de enero de 1871 y se manifestaban con síntomas como dolor de cabeza y musculares, sofocos e inapetencias, pero nadie sabía de qué se trataba.
Recién en 1881 el médico cubano Carlos Finley propuso que la fiebre amarilla era transmitida por un mosquito, aunque no le reconocieron su descubrimiento de inmediato. El virus que causa la infección recién fue aislado en 1927 en África, y permitió desarrollar vacunas que hoy –con algunas variaciones– se siguen utilizando.
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