Así lo afirmaron fuentes policiales al portal Infobae. Pedro González fue detenido el sábado último por balear al ladrón que intentó robarle cuando llevaba 200 mil pesos para los sueldos de una obra. Ricardo Palazzo, quien atacó a González, vive en el partido de La Matanza.
(Infobae) El sábado pasado por la mañana, Pedro González, capataz general, 62 años de edad, oriundo de Florencio Varela, se defendió de un asalto mientras iba a bordo de su Ford Ranger blanca hacia la obra en construcción que regenteaba en la esquina de Rio de Janeiro y Bogotá, barrio de Caballito. Llevaba cerca de 200 mil pesos, la paga semanal de más de 50 albañiles.
Ricardo Palazzo, de 40 años, le gatilló con una pistola Bersa Thunder .9 mm mientras le golpeaba el vidrio de su auto, según quedó registrado en las cámaras de seguridad. González llevaba consigo su propia arma de la misma marca, modelo y calibre: le disparó tres veces a Palazzo, que terminó internado en el hospital Durand, detenido bajo custodia policial luego de la intervención de la Comisaría Nº11. Al presunto ladrón le descubrieron una granada de fabricación nacional luego de inspeccionarlo. El capataz, por su parte, terminó detenido también en la alcaidía de los tribunales de la calle Talcahuano, acusado de disparo de arma y lesiones.
El caso recayó en el Juzgado Nº34, subrogado por la doctora Fabiana Palmaghini, con la Fiscalía Nº6 a cargo del doctor De Guzmán. Ayer por la tarde, confirmaron sus abogados defensores a Infobae, González recuperó la libertad para regresar con su familia en Florencio Varela. La ex jueza del caso Nisman así lo determinó luego de oír varios testimonios. El fiscal del caso no se opuso.
Mariano Fragueiro Frías, quien defiende a González junto al doctor Roberto Rallin, afirmó: “La jueza durante ayer y hoy (por ayer) tomó cerca de diez declaraciones de testigos, gente que estaba en el lugar al momento del hecho, antes y después de que se produjeron los disparos. Quedó claro, por ejemplo, que mi defendido fue quien llamó a la policía y a la ambulancia”.
El caso del capataz reavivó el debate sobre la figura jurídica de la legitima defensa, con una fina línea en el exceso y el revanchismo, una discusión que tuvo su pico a fines de agosto con el caso del médico Lino Villar Cataldo en Loma Hermosa. Fragueiro Frías asegura: “Está todo para argumentar una legítima defensa. González fue agredido en el marco de una agresión indebida por un sujeto armado que le gatilla. Se defendió con su arma, le contestó a quien le apuntaba y no hubo provocación. González, por otra parte, es legítimo portador de su arma”.
Palazo (40) –padre de cuatro varones de 8, 5 y 4 años y un bebé de 7 meses– vive en la parte trasera del terreno donde habitan sus padres y tres de sus cuatro hermanos más chicos en La Matanza. Tiene antecedentes por robo en varias provincias, se negó a declarar ante personal del Juzgado Nº34. Los obreros de la construcción, por su parte, ya cobraron el dinero de su salario. Mientras tanto, crece una fuerte sospecha tanto en la Justicia como en la Policía de la Ciudad: el dato para robarle al capataz habría venido de adentro de la construcción, más precisamente de un albañil. “No fue al voleo. Palazzo fue directamente a González”, asegura una voz clave en la causa.
Por otra parte, también según fuentes del caso, se identificó gracias a cámaras de seguridad en la zona al supuesto móvil de apoyo de Palazzo: un Fiat Palio de color blanco tripulado por al menos dos personas con su patente claramente visible.
Varela al Día
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