(Nota publicada en el periódico El Progreso - Enero 2017)
Eduardo Galeano cuenta una historia que dice: Pedro no conocía la mar, y deseaba profundamente conocerla, soñaba con hacerlo. Un día el padre le dijo Pedro iremos al mar. Cuando al fin llegan a orillas del mar por primera vez y, frente a tanta inmensidad, Pedro le dice a su papá que lo llevaba de la mano; «me ayudas a mirar».
Esa sensación es comparable a la que uno siente a la hora de hacer un balance del año que está terminando, pero sobre todo cuando se piensa en los desafíos que quedan por delante.
A nivel nacional se vivió la restauración de un modelo conservador que, esta vez, además de imponer la política económica del desempleo y el hambre, también vino a tomar revancha por los doce años de kirchnerismo, en los que nuestro pueblo conquistó y amplió sus derechos. Los gobiernos de Néstor y Cristina fueron el nuevo hecho maldito para los dueños del poder real en la Argentina.
Este año como Pedro a la orilla de la mar necesite pedir ojos prestados ante la inmensidad y rapidez de las medidas tomadas por el macrismo: Quita de retenciones al agro y a las mineras, perdón de la deuda de 19 millones a Clarín, pago sin discusión a los fondos buitres, blanqueo de capitales para sus amigos y familias, empresas offshore ocultas en Panamá por el propio presidente, vuelta a someterse a los controles del FMI, derogación en la práctica de la ley de medios, encarcelamiento a dirigentes sociales y políticos sin justificación, vaciamiento de aerolíneas y anses, crecimiento del endeudamiento externo a los niveles que teníamos en 2001, represión a las protestas, compra de sindicalistas para acallar la protesta obrera, y sigue la lista. No alcanzan los ojos para mirar.
En la Provincia, se alternó entre el endeudamiento crónico que hipoteca el futuro de nuestros pibes y el desmantelamiento de un Estado que hoy más que nunca se encuentra ausente. La actual administración bonaerense es un apéndice del macrismo, solo que con un rostro más amable.
La gobernadora publicita una imagen muy parecida a la «hermana buena de Heidi» y cree que con ello basta para ganar el apoyo de los bonaerenses.
El cuadro que configura el avance de las corporaciones en los gobiernos nacional y provincial, nos encuentra en Florencio Varela con un gobierno municipal que en lugar de consolidar su rol, desperdició la oportunidad que brindó el kirchnerismo por la incompetencia y los manejos dudosos de los funcionarios pereyristas. Por todo ello, hoy la realidad nos golpea más duro.
Este año como Pedro a la orilla de la mar necesite pedir ojos prestados ante la cantidad de barbaridades que ocurrieron en Varela: obras públicas paralizadas, funcionarios que intentan justificar lo injustificable, un secretario que mintió abiertamente en una sesión del Concejo, bloques que cambiaron su voto de un día para el otro sin ninguna argumentación, veto de ordenanzas sancionadas por amplia mayoría, patotas que ingresaron al recinto a pegar y robar a los concejales y a los empleados, que entraron a destruir los bienes que son de todos, sesiones caídas por falta de quórum cuando los temas a tratarse importan a todos los varelenses, 3 o 4 cambios de autoridades, concejales que se quejan de «acuerdos» no cumplidos por el intendente.
Y mientras tanto la situación de los vecinos es cada vez más angustiante.
Miro lo ocurrido y necesito ojos prestados como lo pide Pedro frente al mar. ¡Es demasiado! ¡es demasiado! ¡es demasiado burdo para un solo par de ojos!
¡Cómo imagino el 2017? Realmente es difícil imaginar lo que se viene. Si el macrismo sigue a este ritmo y el ejecutivo y el legislativo local no modifican su accionar, el futuro de todos, y en especial de los más humildes lamentablemente será muy triste.
Como militante tengo la obligación de construir un futuro mejor, creo que hay muchos otros que piensan igual, y creo que podemos juntarnos y trabajar por la grandeza de la Patria y la felicidad del Pueblo.
En este sentido deseo un «Feliz año a los argentinos y en especial a mis vecinos de Varela».
Por último y como dirigente de Nuevo Encuentro creo que todas las políticas aplicadas hasta aquí, necesariamente nos obligan a considerar nuestro rol como opositores.
En este sentido, el principal desafío es el mismo de siempre; lograr que las expresiones políticas que defendemos a los más humildes, posterguemos nuestras diferencias en pos de consolidar una alternativa competitiva electoralmente en 2017.
Para finalizar esta breve reflexión con la misma figura del nene mirando al mar, forzando una vez más la analogía, nos corresponde animarnos a mirar solos ese mar para reconocer que solo es posible abarcarlo en su totalidad si tenemos al otro junto a nosotros. Como dijo nuestra compañera Cristina, es hora de sacar el bastón de mariscal que cada uno tiene en la mochila.
Dios quiera que podamos pedir ojos prestados (como lo hizo Pedro) para mirar cómo se recuperan los derechos que nos están robando.
Periódico EL PROGRESO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
déjate de joder los varelense sabemos tus intenciones cuanto ase que quere robar solo con los kkk no te alcanzo
ResponderEliminar