La automotriz Honda Argentina anunció una inversión de 12 millones de dólares para duplicar la producción de motos en su planta de Campana y llegar a un ritmo de 140.000 unidades por año. Jorge Fernández, el nuevo vicepresidente de la empresa, dijo que la inversión será destinada tanto a la instalación de una tercera línea de producción de motos como a la construcción de un nuevo edificio en la planta de Campana que funcionará como centro de entrenamiento.
Honda había comenzado a producir sus motos en la localidad de Florencio Varela, pero el año pasado mudó completamente la producción de motos a su planta de Campana, que ocupa más de 140 hectáreas sobre el tramo inicial de la Ruta 6. Unos 70 operarios de la planta de Varela fueron desafectados a través de retiros voluntarios, mientras otros 60 operarios de aquella planta viajan todos los días desde la zona sur hasta Campana con un micro de la empresa. "El traslado desde Varela hasta Campana formó parte del acuerdo que firmamos con el sindicato", afirmó Fernández.
La inversión fue anunciada en sintonía con la firma del Gobierno con los fabricantes de motos, las cámaras autopartistas y metalúrgicas y los sindicatos SMATA, UOM de un "acuerdo por la producción y el empleo" con el objetivo de tener mayor integración local en las motos que se ensamblan en el país.
El evento de Honda, en su planta de Campana, fue encabezado por su titular, Hideki Kamiyama, junto al ministro de Producción, Francisco Cabrera, y el secretario de Industria, Martín Etchegoyen. También asistió el embajador de Japón en Argentina, Noriteru Fukushima.
Otro de los objetivos del acuerdo que encabezó Cabrera es que la Argentina pueda comenzar a exportar motos: a diferencia de los autos, cuya industria exporta entre 60% y 80% de lo que produce, las fábricas locales de motos sólo abastecen al mercado interno.
Paradójicamente, esa falta de competitividad para exportar no es una mala noticia para los productores de motos, al menos hoy, ya que el mercado interno está creciendo a una tasa de dos dígitos por año. Para 2017, en la Secretaría de Industria prevén que habrá unos 500.000 patentamientos de motos nuevas, que podrían incrementarse a 800.000 para 2020.
"Una de las claves es la financiación y la mayor accesibilidad de las motos chicas, de hasta 250 centímetros cúbicos", dijo Fernández, el primer argentino que ocupa el cargo de vicepresidente de la filial local de Honda, donde se desempeña desde hace casi tres décadas. "Hoy, para comprar una moto hace falta el equivalente a un salario y medio de 26.000 pesos, que es el salario inicial de un operario de Smata. Antes, hacían falta entre tres y cuatro salarios".
-Pero se ha incrementado mucho la importación de motos grandes.
-Es cierto. Pero las motos de gran cilindrada no llegan al 10% del mercado. El 90% lo componen motos de hasta 250cc, que son prácticamente en su totalidad de producción local.
De todas maneras, la integración de autopartes de origen argentino en las motos es bajísima: el texto del acuerdo establece que no llega al 5% y el objetivo es llegar a niveles del 20% (los autos, para tener una referencia, deben tener un 40% de integración local o 60% de integración Mercosur) en dos años.
La producción local de motos se reparte entre siete terminales que concentran 90% del mercado, con 5.000 puestos de trabajo directos y una balanza comercial completamente deficitaria: se importan unos 300 millones de dólares al año, sobre todo en autopartes, contra apenas US$ 2 millones en importaciones. El mercado está liderado por Zanella, con aproximadamente 16% de participación, seguida por Honda, con un 14%.
"Con esta inversión proyectamos pasar de las 70.000 unidades que produjimos en 2016 a 140.000 para este año y 200.000 para 2019", dijo Fernández. "Nuestra participación proyectada para fin de año es de un 24% del mercado y esperamos captar un 30% de las ventas para 2019".
Honda había comenzado a producir sus motos en la localidad de Florencio Varela, pero el año pasado mudó completamente la producción de motos a su planta de Campana, que ocupa más de 140 hectáreas sobre el tramo inicial de la Ruta 6. Unos 70 operarios de la planta de Varela fueron desafectados a través de retiros voluntarios, mientras otros 60 operarios de aquella planta viajan todos los días desde la zona sur hasta Campana con un micro de la empresa. "El traslado desde Varela hasta Campana formó parte del acuerdo que firmamos con el sindicato", afirmó Fernández.
Hoy los operarios dedicados al ensamblado de motos suman 150, en los modelos Honda Wave 110S, Biz 125, XR 150, CG 150 Titán, XR 250 Tornado, CB 190R, PCX 150 y Elite. Para el segundo semestre tienen previsto comenzar la producción de un nuevo modelo de la Wave 110.
La planta de Campana también produce la Honda HRV, un vehículo SUV que había sido pensado para abastecer casi exclusivamente al mercado de Brasil. Pero con la caída de exportaciones al país vecino, Honda dio vuelta casi por completo su política comercial. "Cuando comenzó la producción de la HRV, se exportaba un 60% a Brasil, pero con la caída de las exportaciones por la crisis brasileña nos volcamos a nuestras concesionarias", dijo Fernández. "Hoy seguimos trabajando a un turno, con el mismo nivel de producción de antes, pero el 80% de la producción la destinamos al mercado interno y sólo el 20% es exportado a Brasil".
clarin.com
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