sábado, 6 de mayo de 2017

Profanaron 181 tumbas en el cementerio de Varela



No es la primera vez que un hecho de profanación se genera en el campo santo local. Pero nunca con la cantidad de sepulturas atacadas. ¿Qué seguridad hay en el cementerio? Destrozaron hasta tumbas de niños.
Se llama profanación al uso irresponsable o irrespetuoso de cosas, objetos, edificios/instituciones o, incluso personas a las cuáles se considera como sagradas.


El hecho fue descubierto el miércoles pasado pero se lo mantuvo en reserva, para que no trascendiera. Se desconoce si por el caso se ha realizado una denuncia judicial, afín de que se investigue el hecho y a la vez queden en claro las responsabilidades. Han sido, como se dijo, 181 las sepulturas del sector K y L que fueron atacadas a golpes, destruyendo cruces y lápidas. Ha sido tal la brutalidad y el alto grado de ensañamiento, que atacaron las tumbas de los angelitos, de nuestros niños que alli descansan.
El cementerio tiene muchisimas falencias y no de ahora, sino de años. No cuenta en los sectores con los indicadores. Parece un cementerio de un pueblo del interior mas postergado. No cuenta con iluminación perimetral. Las columnas están, los cables están pero las luminarias están destruidas. Alli trabajan unas 60 personas, pero vigilancia privada o pública no hay. Los serenos son dos municipales. Ayer por la tarde Varela al Día registró las fotos que ilustran esta triste crónica. Una camioneta de la Guardia Comunal era lavada por dos agentes de la Policía Local, los que no pueden subirse a vehículos sin blindaje. Pero alli estaban. No recorrían el interior.

Las tumbas están como las destrozaron. No han levantado ni una cruz. No es difícil imaginar el sentimiento de los deudos cuando vean este atropello. Las autoridades no han dicho una sola palabra. Tampoco han dicho algo a fines del año pasado cuando un grupo comando se llevó más de 180 mil pesos de una caja fuerte oculta detrás de un almanaque. Los ladrones, que atacaron a plena del luz del día, fueron directamente a correr el almanaque y obligar a que abrieran la caja fuerte. Dato se llama. Un año y medio antes habían robado más de 20 desmalezadoras. Todo siguió igual. Al tiempo que se deben abonar altas tasas por renovación o para realizar una lápida en una sepultura, pasa esto. ¿Quién pagará los destrozos a las 181 tumbas de nuestro cementerio?

Varela al Día

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