viernes, 24 de mayo de 2013

Crecen los puestos de alimentos a la vera de la Ruta 53 y sin controles de bromatología


La presidenta Cristina Fernández aclaró ayer que en el interior del país el índice de desocupación aumentó solo un "0,1 por ciento", mientras que en la Ciudad de Buenos Aires esa cifra alcanzó el "3,4 por ciento" y en el Conurbano bonaerense fue de tan solo "0,7 por ciento". Ante esas cifras, que ubican "lo más grueso" del desempleo en la Ciudad, la mandataria se dirigió de manera indirecta al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, y aseguró que "necesitaríamos políticas más activas pro empleo". La presidenta se quejó que desde los medios "quisieron titular sobre la destrucción de puestos de trabajo", pero remarcó que, en realidad, "se está solicitando más trabajo", lo que motivó el incremento de la cifra de desocupación. La presidenta tiene un problema serio con la prensa. No somos nosotros los indicados para darle consejos. Si podemos reflejar que sus dichos no se compadecen con la realidad que le trasmiten a la Dra. Cristina Fernández. Y hablamos desde el pago chico: Desde Florencio Varela. LOS PUESTOS En agosto del año pasado estallaba en Florencio Varela un brote de triquinosis, en la zona de La Capilla, por la venta de salamines caseros sin ningún tipo de controles bromatológicos que generó 62 personas afectadas, con 7 internados dados de alta, unos 32 sintomáticos (con tratamientos) y 28 asintomáticos. Sobre el particular el Secretario de Salud decía a este diario: "Los casos de Triquinosis han puesto en relieve una situación de alarma de una enfermedad que se genera por una manipulación inescrupulosa de los alimentos. Con ello, la población corre riesgo y acá decimos que la responsabilidad es de todos” Siempre se ha dicho que cuando la ausencia de trabajo golpea, aparecen los cuentapropista a la vera de las rutas. Crecen los puestos en las ferias donde se vende mercadería de dudosa procedencias, como la de San Francisco. Crecen los puestos de alimemntos, como los que ilustran esta crónica. Las fotografías fueron tomadas entre la parada de 5 Esquinas, en el cruce de la Ruta 53 y la avenida Jorge Novak y la zona de El Alpino. Suman más de una docena de comercios que ofrecen tortillas, choripanes, sanguches, y otras manufacturas. Queremos hacer notar que este diario no tiene nada en contra de esta gente que se gana el dinero para parar la olla. Simplemente queremos remarcar con esta nota el crecimiento de lo informal y al margen del código alimentario. El primer puesto que se ve en el viaje hacia el sur, está instalado en el ingreso al predio del Sindicato de Camioneros, a no mas de 50 metros y sobre la misma vereda, del edificio de la Guardia Comunal. En el lugar hay cámaras, ademés, pero parece ser que todo es normal y nadie se da cuenta. Y hay de todo, pues algún puesto hace las veces de parrilla y remisería. No deja de llamar la atención el celo que existe para con esta actividad en lo que hace a la organización del sector para que el servicio esté habilitado. Parece ser que no se mide con la misma vara. Del mismo modo no se puede negar algún puesto de venta de salames en algún ingreso al distrito. Nadie ve nada. Entonces la responsabilidad no es solo de algún comerciente inescrupuloso. Es de las autoridades. La pobreza crece, el trabajo informal También. Aqui en Varela y en todo el conurbano.

Varela al Día

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