viernes, 31 de mayo de 2013

El descongelamiento militante

La idea de congelar fue precisamente del secretario de Comercio, que se mantiene invicto en el fracaso contra los precios, pero que no se rinde. La de convocar a La Cámpora en esta patriótica lucha en las góndolas fue de la propia agrupación oficialista, hecha suya por la Presidente. Y la de sumar a los intendentes como brigadistas cuando en realidad buscan neutralizar a los militantes kirchneristas fue de Julio Pereyra, de Florencio Varela.

Sobreactuar es la mejor manera de hacer méritos y, a veces, de sobrevivir. ¿Alguien puede creer que los supermercados alterarán los precios que ellos mismos propusieron? ¿O que con esto van a frenar la inflación? Si esa es la idea, se acordaron tarde: desde que Kirchner y Moreno intervinieron el INDEC en 2007, el índice de precios real subió un 260%.
El Gobierno está montando un gran show, un operativo de marketing para mostrar a la sociedad que defiende el bolsillo de la gente. Pero aunque fuera un control en serio, todo el mundo sabe que la inflación nunca puede ser vencida con una sola medida. Hay distintas recetas pero todas coinciden en que se necesita un plan que articule políticas fiscales, cambiarias, monetarias y de ingresos. La lista de precios fue hecha por los mismos supermercados a los que se va a controlar. Los intendentes del PJ que patrocinan el operativo lo que buscan es evitar o al menos limitar que La Cámpora les invada sus territorios. Y el Gobierno presenta todo como una cruzada contra una inflación a la que no reconoce y por la que en todo caso culpará a otros, las empresas o los comerciantes. La gran simulación está en marcha y con una épica revolucionaria, como corresponde. Encima, la supuesta gesta tiene más de descongelamiento que de congelamiento: los quinientos precios que se mandarán al freezer representan menos del 2% de los 30 mil que mensualmente releva el INDEC, aunque después con esos datos haga lo que quiera. Primera conclusión: quedan a tiro de aumentos casi todos los productos. Si para empresas y supermercados la lista representa una porción pequeña de la facturación, para la gente es una oferta de tome o déjelo en una canasta limitada y a la vez arbitraria. No hay pescado y sólo naranjas y manzanas entre las frutas. Faltan verduras clave como zapallitos o acelga y figura un solo tipo de azúcar. No está el pan común pero aparecen cinco tipos de panes envasados, seis variedades de ceras depilatorias y quince de vino. ¿Quién hizo la lista? ¿El enemigo? El que pueda mezclará un poco y un poco, dos terceras partes de harina o azúcar de la lista congelada con una tercera parte de la que más le guste. Shampú de segunda para todos los días y de primera para sábados o domingos. Grande, Moreno. Lo que hay es una medida de apuro para las elecciones y lo único que falta es que con esta listita de 500 precios digan en la campaña que pararon la inflación.

clarín.com

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