Defensa sigue dando que hablar, sigue enfocado, sigue ganando, sigue dando guerra y por sobre todas las cosas, sigue sacando diferencia. Esa misma diferencia que logró ante Brown con una ráfaga madrugadora que en los primeros cinco del complemento sentenció el partido con las dos estocadas del Tanque Guerra. Esa misma diferencia que saca a pesar de no haber jugado un buen primer tiempo debido al planteo ultra batallador del elenco de Vicó, cuyas únicas intenciones fueron abrumar a los creativos del Halcón para que no se acerquen a su área. Esa diferencia que saca jugando de local ya que salvo por un empate y una derrota en el semestre anterior, todos los equipos que visitaron Varela a lo largo de esta campaña siempre se fueron a casa con una derrota a cuestas. Esa misma diferencia que saca, incluso dándose el lujo de sufrir en los minutos finales cuando tras una jugada desafortunada la visita llegó al descuento y le puso un poco de suspenso al epílogo de la novela.
O tal vez esa diferencia de tres puntos que ya le sacó a Independiente en la tabla de posiciones, o la que le podría sacar a Crucero del Norte si es que esta noche no le puede ganar a Banfield. En fin, esas mismas diferencias que hacen de éste un equipo diferente, que saca los puntos que tiene que sacar, gana los partidos que tiene que ganar y que está más comprometido que nunca con la palabra ascenso. Este es el Defensa que todos quieren ver y es precisamente el que se ve cada vez que pisa el verde césped del Tomaghello. Porque si bien la premisa sigue siendo la de tocar e ir a buscar el arco de enfrente con una idea de juego bien definida, cuando no lo logra se las arregla para lastimar igual y a partir de ahí manejar los partidos. Eso pasó en el encuentro de ayer en el que jugó un primer tiempo bastante incómodo con un rival que llenó de gente la mitad de la cancha. Pero no con la intención de jugar tal como lo hace el Halcón, sino al contrario, para raspar y anular los avances del propio conjunto de Cocca. Y la cuestión es que los varelenses en esa primera parte cayeron en la trampa del Tricolor. No podían pisar el área y casi no generaron situaciones de gol. De hecho la más clara de esa etapa no fue del local, sino que estuvo en los pies de Matías Sproat, quien increíblemente desperdició una clara situación cuando estaba solo ante el Flaco Pellegrino. Pero las ráfagas de fútbol de este Defensa de Cocca pueden aparecer en cualquier momento, y por supuesto que aparecieron. Ya de arranque en los primeros cinco minutos, cosa de definir el partido temprano. Así fue que el grito duplicado de Guerra inclinó la balanza a favor del Halcón. Y fue ahí cuando se descomprimió la línea de volantes y el verdeamarello volvió a ser el de antes. Efectivamente esos casi 35 minutos que separaron el segundo tanto local del descuento visitante casi estuvieron de más. Hubo un par de situaciones que no se pudieron concretar por parte de Defensa pero todo fue cuestión de tocar y esperar a que pasen los minutos. Incluso hasta entraron Báez y el record Ginness de Washintong Camacho (¡Se recuperó de un desgarro en sólo 12 días) para volver a sumar minutos en cancha luego de sus respectivas lesiones. Pero algo falló sobre el final y vino el descuento de Brown. Sirvió nomás para que no quede la sensación de que Defensa ganó el partido así tan fácil, ya que a partir de ahí se comenzó a mirar con impaciencia el reloj para que llegue lo más rápido posible el pitazo final. Y finalmente llegó a pesar del suspenso. Defensa terminó llevándose los tres puntos merecidamente, jugando un aceptable segundo tiempo, recuperando piezas importantes y sobreponiéndose a las condiciones adversas de la etapa inicial. Otra tarde redonda para el pueblo varelense que cada día está más ilusionado ya que en la cancha encuentran una respuesta a esa ilusión. Y no es para menos ya que el equipo está a la altura, sigue dando que hablar y obviamente continúa sacando cada vez más diferencia respecto al resto.
Por Marcelo Tosoni-
Varela al Día
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