martes, 20 de diciembre de 2016

Robaron, mataron y una fiscal pidió 30 años



En los alegatos de hoy el Tribunal Oral en lo Criminal N°4, encabezado por la fiscal Graciela Rivero pidió 30 años de cárcel para Pérez Cisterna por "homicidio en ocasión de robo en concurso real con robo calificado, y por portación de arma de uso civil". Para Orraijola solicitó 2 años y 6 meses por encubrimiento.



Recordemos que Martín Orraijola y Cristian Pérez Cisterna llegaron a La Plata a principios de 2014 desde Florencio Varela, para vender, de forma ambulante, distintos productos mientras transitaban por la vía pública.

Llevaban relojes, gorros y otros artículos de poco valor. Según la investigación policial, ésa era la manera en que ocultaban su verdadero objetivo: entrar a robar en las casas luego de pasearse con sus carros varios días en una misma zona.

El primer hecho

El primer hecho fue en marzo de 2014, cuando Pérez Cisterna ingresó a una vivienda ubicada en 2 entre 69 y 70, donde estaban una pareja de ancianos con su nieta. El sujeto sorprendió a la mujer y a la niña en la sala, luego, cuando el hombre salió del baño, vio al delincuente y le arrojó un vaso.

El ladrón lo atacó con una cuchilla que le incrustó al anciano en el abdomen, dejándolo en el suelo. Encerró a la señora y a su nieta en el baño, se llevó pertenecias de la casa y, en el momento, en el que salía fue visto por vecinos.

Ya moribundo, el anciano logró abrirles la puerta a su mujer y nieta. Fue trasladado al Hospital San Martín, donde falleció al día siguiente.

El segundo hecho

Aproximadamente dos meses después, Pérez Cisterna y Orraijola van a merodear por Punta Lara. El primero de ellos le ofrece al dueño de una vivienda sus productos, pero éste le dice que no y, cuando se va, lo ve junto al otro sujeto bebiendo cerveza en una esquina.

Por la tarde, llegó el hijo del dueño y vio que le faltaban algunas cosas. Lo agarra Pérez Cisterna y repite la modalidad anterior: lo encierra en el baño y se roba algunos elementos. El joven notó que los delincuentes se habían ido y forzó la puerta, le contó a una vecina lo sucedido y ella lo acompaña a hacer la denuncia.

Cuando vuelven de la comisaría, el joven reconoce a los delincuentes, quienes fueron interceptados por varios vecinos que les propinan una paliza y los detienen.

Durante la investigación, se logró determinar que Pérez Cisterna estaba vinculado al homicidio por las huellas con sangre dejadas en la casa, y porque usaron los celulares robados de la vivienda anterior y ni siquiera les cambiaron los chips ni números.

diariohoy.net

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