Sospechan que el móvil del doble crimen de Florencio Varela fueron 100 mil pesos

El prófugo está acusado del homicidio de su padre Apolinario Ramírez (70) y de la concubina Norma Verjes (70), quienes residían en una casa donde sus cadáveres fueron hallados enterrados en el jardín.
La denunciante también manifestó que, al momento de la confesión, el acusado le mostró unos fajos de billetes que se cree formaban parte de los 100.000 pesos robados a las víctimas.

Los investigadores creen que el móvil del doble crimen de un jubilado y su concubina en Florencio Varela fue el robo de unos 100.000 pesos que tenían ahorrados y con los que el hijo del hombre, que está prófugo, se compró un auto que fue hallado abandonado en el partido de Lanús.
El vehículo adquirido por el imputado Luis Ramírez, de 33 años, es un Renault Clio color rojo, modelo 1994, el cual fue secuestrado en Monte Chingolo. Las sospechas apuntan a que el prófugo está oculto en esa zona y que estiman que podrán capturarlo en las próximas horas.
Este hombre está acusado como autor del "homicidio calificado por el vínculo" de su padre Apolinario Ramírez (70) y del "homicidio criminis causa" de la concubina del padre, Norma Verjes (70), quienes residían en una casa en la calle Bucarest al 700 de Florencio Varela, donde sus cadáveres fueron hallados ayer enterrados en el jardín.
El acusado le confesó la noche del martes último a su mejor amiga que la semana pasada asesinó a su padre y su madrastra a mazazos y que luego enterró los cuerpos.
De acuerdo a la denuncia que hizo la amiga en la comisaría 1ra. de Florencio Varela, el acusado le contó que primero atacó a Verjes cuando ésta miraba televisión y luego aguardó a que su padre regresara de jugar a las bochas.
Siempre según la amiga, Ramírez hijo le dijo que las víctimas "un poco se lo merecían" y, en ese sentido, varios testimonios coincidieron en la mala relación del imputado con la pareja y la existencia de un problema de alcoholismo en el caso del padre.
La denunciante también manifestó que, al momento de la confesión, el acusado le mostró unos fajos de billetes que se cree formaban parte de los 100.000 pesos robados a las víctimas.
Para los investigadores luego de cometer el doble crimen y ocultar los cuerpos, el imputado se apoderó de ese dinero con el que al día siguiente compró el Clío y también una guitarra.

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