jueves, 23 de febrero de 2017

No se olviden de Venturini ni de Alegre



Los casos de Aldo Venturini, el comerciante acribillado a balazos por una banda de delincuentes que les disparó más de 20 tiros con ametralladoras y robó unos seis millones de pesos que las víctimas iban a depositar en un banco; y el de Ezequiel “Caito” Alegre, asesinado de un balazo en el pecho muy cerca de la masacre de las chicas, permanecen también en un mar de dudas y sus asesinos libres.


EL COMERCIANTE
Aldo Oscar Venturini (69), era el dueño de la empresa distribuidora de cigarrillos, galletitas y golosinas “Casa Dany”, ubicada en avenida San Martín 338, en Florencio Varela.

El 30 de enero pasado, el empresario salió de la distribuidora al volante de su furgón Renault Master color blanco en el que lo acompañaban dos efectivos uniformados que realizaban un servicio de Policía Adicional (Polad) y un empleado suyo.

Según los investigadores, Venturini se dirigía a la sucursal del Banco Río en el cercano Cruce Varela para depositar dinero de la empresa -una cifra cercana a los seis millones de pesos en efectivo-, pero al llegar a República de Francia y José Blanco, a unas nueve cuadras de la distribuidora, fue interceptado por una camioneta.

En este segundo vehículo, al parecer una Ford Ranger, iban entre cuatro y seis delincuentes, dos de los cuáles descendieron del mismo, se colocaron capuchas y comenzaron a disparar de frente a la Renault Master con ametralladoras calibre 5.56 milímetros.

“Mientras estos dos tiraban, sus cómplices fueron por los bolsos con el dinero”, explicó una fuente policial y agregó que los policías que iban de custodio repelieron la agresión con sus pistolas, por lo que se originó un intenso tiroteo en el que la Renault Master recibió al menos 20 impactos de bala.

El vocero consultado precisó que uno de los disparos impactó en la cabeza de Venturini, quien murió dentro del furgón, y otro hirió en un pie a uno de los custodios, identificado como el teniente primero Leonardo Flores.

Tras el enfrentamiento, los asaltantes huyeron con el dinero y a bordo de la camioneta, mientras que Venturini quedó muerto en el lugar y el policía baleado fue trasladado al Hospital El Cruce, situado a pocas cuadras de la escena del crimen, donde recibió asistencia médica.

En tanto, personal de la comisaría 3ra. de Florencio Varela secuestraron poco después una Ford Ranger, patente LXU 843, abandonada a unas siete cuadras del lugar del tiroteo.

El empresario residía junto a su familia en el mismo barrio donde funciona su distribuidora, por lo que era conocido entre los vecinos de la zona que esta tarde se acercaron a la empresa y expresaron su consternación.
“No tenía enemigos. Esto fue para sacarle su dinero”, indicó María Luisa, una comerciante que le compraba cigarrillos a la víctima.

La causa por el homicidio de Venturini quedó a cargo de la fiscal Mariana Bongiovanni, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada 2 de Florencio Varela. La misma que investiga el caso de la masacre de Varela.

EL CRIMEN DE CAITO
El 5 de febrero pasado a las 7:10 en la avenida Senzabello entre General Necochea y Remedios de Escalada, en Varela. Ezequiel, más conocido como “Caito” por los vecinos de Florencio Varela, fue asesinado en cercanías de un boliche al que concurrió durante la noche. Según un amigo de la víctima “Caito falleció, lo mataron a sangre fría. Le dieron un tiro en el corazón”.

Según las autoridades policiales de la comisaría 3ª de Varela, ellos recibieron un llamado en el cual se hacía referencia a un violento ilícito en dicha zona, por lo que se dirigieron rápidamente hacia allí y al llegar observaron a dos jóvenes heridos. Ezequiel yacía recostado contra un paredón, mientras que Tomás estaba caído boca arriba, con un impacto de bala en el hemitórax izquierdo.

Según el relato de dos amigos de Ezequiel y Tomás, luego de abandonar el boliche al que habían concurrido, fueron sorpresivamente atacados por un hombre con la intención de robarles, por lo que los jóvenes se resistieron. El agresor (de acuerdo a esta versión) sacó su arma y comenzó a disparar, matando a Ezequiel e hiriendo a Tomás.

Gabriela Villalba la mamá de Ezequiel “Caito” Alegre denunció el día de la denominada masacre de Varela, ante los medios nacionales, en la puerta de la Comisaría Tercera de Florencio Varela, que a su hijo lo mataron de la misma forma y en la misma zona que las chicas Denis y Sabrina.

“Volvía de bailar y un hombre les disparó cuando estaba con tres amigos. No investigaron nada”, sostuvo la mujer.
Para la mujer no hay dudas de que se trata del mismo criminal. “Si hubieran investigado, quizás se podría haber evitado este hecho. ¿Cuántas muertes más van a esperar?”, agregó la mujer en declaraciones a C5N. “El asesino de mi hijo sigue prófugo”, sostuvo.

En las últimas horas, el diario Varela al Día, publicó que efectivos policiales estuvo muy cerca de atrapar al supuesto asesino pero se escapó.

infosurdiario.com.ar

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