LA 324 SE PRENDE FUEGO

Usuarios de la empresa de transporte Primera Junta (324) que une las localidades de Florencio Varela y Quilmes, vienen sufriendo desde hace al menos tres meses dificultades para viajar. Tanto es así, que denuncian que muchos llegan tarde a sus trabajos o escuelas porque deben caminar tras la rotura de los colectivos. Entre los problemas más recurrentes se encuentra desperfectos en los micros en pleno trayecto, a cualquier hora del día, cambio de horarios en la circulación, entre otros.

Tomando en cuenta los reclamos de los vecinos, decidi probar con nuestros propios ojos cómo viajan los usuarios de los ramales de la empresa “Primera Junta”, más conocida como la 324.

De todos los ramales, utilizados se pude comprobar que el que más problemas mantuvo durante una semana fue el ramal Nº 3, que circula desde La Carolina partido de Varela, hasta la Terminal de Don Bosco, en Quilmes. En una misma semana, en tres días seguidos, ese ramal debió finalizar su recorrido de manera abrupta, por desperfectos en el ómnibus.

En el primero de los casos, se produjo el lunes pasado, en el interno 91, que aproximadamente a las 16 horas, se detuvo de forma imprevista en pleno trayecto, y con al menos 25 personas en su interior. La detención, se debió a problemas en el motor del ómnibus, el cual emanaba fuerte olor a plástico quemado, debiendo bajar los pasajeros en Camino gral. Belgrano y avenida 21.

Pero este no fue el único caso, en la misma semana, dos días después de ese primer incidente. El miércoles en horas tempranas, en el mismo ramal, se produjo la rotura de otro interno, en este caso el 9. El que pasadas las 9: 30 de la mañana debió dejar a su pasaje aguardando otro ómnibus ya que este se había detenido por problemas mecánicos, o en su tren delantero, comentaban los pasajeros.

Pero aquí, no quedó la odisea de los usuarios de la 324, porque el viernes por la mañana, entre las 6 y 6: 30, plena hora pico, otro micro paradójicamente también del ramal Nº 3, que circula desde La Carolina hacia Don Bosco, tuvo desperfectos y sus pasajeros debieron en este caso aguardar otro ómnibus, que los lleve a destino.



MUCHAS QUEJAS

Al consultar al pasaje sobre como se viaja en la 324, ninguno se calla, y todos tienen alguna anécdota de rotura del colectivo. Muchos cansados aseguran que “todos los días tienen problemas para llegar a sus trabajos”, pero sin esperanzas en una solución cuentan que “este es el único colectivo que me deja desde mi casa, no tengo otra opción” cuenta un albañil oriundo de Allan, que trabaja en el barrio El Vidrio.

“Acá esperas el colectivo y nunca sabes que es lo que te va a pasar” cuenta Nelly que toma el ramal 3 desde la entrada del barrio Marítimo hasta el Hospital El Cruce.

“En el mes de septiembre, tuvimos 2 ó 3 días que a las 7 de la mañana, el colectivo nos dejaba en el Puente Distribuidor del Cruce Varela, porque se rompía. De ahí muchos nos íbamos caminando hasta el trabajo. Otros esperaban el colectivo siguiente. Pero esto es siempre así, y si les decís algo te miran con cara de que no saben nada” sentencia Marta que trabaja en una aseguradora.



CAMINANDO HASTA LA ESCUELA

Los estudiantes son otros de los que sufren la desidia de los empresarios de la 324, ya que muchos son los menores que utilizan el ramal 3 para llegar hasta el Colegio Perpetuo Socorro, ubicado sobre la avenida Calchaquí. Uno de los perjudicados, Samuel de 15 años cuenta que “la semana pasada llegue tarde por culpa del colectivo que se rompió ahí cerca de donde venden las motos, en el Cruce, y desde ahí nos fuimos caminando con otros chicos que van a la misma escuela. Pero no es la primera vez que nos pasa, siempre este colectivo se rompe. Y nos cansa porque son siempre los mismos internos los que se rompen” comenta el adolescente.



NO DEJAN SUBIR PASAJERON

La nomina de quejas es extensa, y los usuarios no solo plantean problemas con la rotura de los colectivos, sino que también hablan de que los micros tiene varias deficiencias, como mal funcionamiento de las puertas, las cuales deben ser abiertas por los propios pasajeros de forma manual.

Además las queja en la 324, se relacionan con que en ciertos horarios y en algunas paradas los micros no dejan ascender a los pasajeros. Un ejemplo de ello, lo sufre todas las mañanas a las 6: 50, Carmen una docente que viaja junto a sus hijos y espera el colectivo en calle 12 y Camino Gral. Belgrano, la mujer cuenta que “todas las mañanas es igual. Vienen los internos de ramal 3 y paran a mitad de cuadra para no dejarnos subir. Es una barbaridad. Hay veces que para en la parada y no abre la puerta de adelante, y ya nos avivamos nos subimos por la puerta trasera” sentencia la docente.

Publicado por Romina Martinez Parfeniuk