Denuncian inseguridad en el Hospital Mi Pueblo

La Cicop, que agrupa a los profesionales de la salud, aseguró que es un reclamo histórico de la dirección del hospital a la policía, y que la respuesta que reciben es que no tienen personal para enviar al lugar.
El vicepresidente de la Cicop provincial, Fernando Corsiglia, se refirió a la violencia que se viene observando en los hospitales y al respecto, aseguró que “el problema se da en todo el conurbano y por momento se sucede en forma creciente”, a la vez que destacó que en gran parte “se debe a la falta de policías, como sucede en el Hospital Mi Pueblo de Florencio Varela, que ya es un reclamo histórico”.




Corsiglia comentó que “la cuestión de la violencia social, las adicciones, el alcohol, el fin de semana, más las condiciones desfavorables que se registran en los hospitales en los ingresos, la circulación de gente sin supervisión, las puertas que no se abren adecuadamente” entre otras muchas cosas, son las que generan el contexto de inseguridad en la que trabajan todos los días los profesionales de la Salud.



En este sentido, Corsiglia comentó que “en el Hospital Mi Pueblo de Florencio Varela existe un reclamo histórico por parte de la Dirección hacia la Comisaría Primera, y la respuesta es que no tienen personal para enviar”.



“Esto es un fenómeno entonces, falta personal policial que debería haber en cada hospital y muchas veces también es poco el personal de seguridad que se contrata mediante una empresa privada” en cada nosocomio.



El vicepresidente del gremio de los profesionales de la Salud, Cicop, explicó: “Hay algo cierto y es que la violencia latente es habitual y se da todos los días. Los sufren los médicos y los enfermeros, y suele ser un insulto o un agravio, incluso golpes a las puertas, pero de un tiempo a esta parte, la violencia es cada vez más grande”.



Esta situación no es ajena a lo que sucede en la sociedad, el problema es que “se trasladan las peleas al ámbito de la institución” y así quedan expuestos y vulnerables los médicos y enfermeros.



“Los trabajadores estamos en contacto con la vida y la muerte, entrañan cosas profundas para la gente, y esto genera mayor facilidad para los hechos de violencia”, enfatizó Corsiglia.



Si bien los últimos ataques más graves se registraron en hospitales de Moreno y Lanús, en el Hospital Isidoro Iriarte de Quilmes, se han denunciado varias veces los ataques y robos que sufren quienes concurren a la guardia por la noche.   Diario Popular