La 148 (“El Halcón”) y la 500
son las dos principales líneas de colectivos que funcionan en Florencio Varela.
La 148 porque diariamente transporta miles de varelenses que viajan a la
Capital Federal y otros municipios del GBA. La 500 porque concentra el 70% de
las líneas o ramales comunales que abastecen a la gran mayoría de nuestros
barrios.
La prevalencia de la
Línea 148 sobre las demás empresas que prestan servicios hacia la Ciudad de
Buenos Aires es notoria, y la posición dominante de la Línea 500 en el
transporte público dentro de nuestro distrito es más que evidente.
La situación de cuasi
MONOPOLIO que la Línea 500 siempre ha detentado ha sido la causa madre de todas
las falencias y de todos los abusos, que se fueron acumulando hasta provocar su
colapso y el cese total de los servicios durante más de 10 días en el pasado
mes de noviembre.
Suele pasar con la
prestación de un servicio público en condiciones monopólicas que los
empresarios se acostumbran a incumplir las obligaciones que les imponen los pliegos
y contratos de concesión, o las modifican según su conveniencia. Y los funcionarios que deberían controlar su
cumplimiento se habitúan a miran para otro lado.
Así pasó con la 500. Con
el correr de los años sus micros envejecieron y no fueron renovados, dejaron de
respetar los horarios y las frecuencias, los pasajeros tuvieron que resignarse
a viajar cada vez en peores condiciones y la
calidad del servicio se deterioró por completo.
El Intendente y sus
funcionarios omitieron ejercer su deber de control aún cuando se les reclamó
que actuaran. Con su actitud pasiva permitieron que la empresa actuara a su
antojo, y por esa razón les cabe una gran cuota de responsabilidad en el desastroso
resultado final.
Reaccionaron tarde y
mal. Tarde porque recién tomaron conciencia del descalabro de la Línea 500
cuando se produjo el paro total de los servicios y decenas de miles de vecinos
se quedaron de a pié. Y mal porque terminaron otorgándole la concesión de todos
los recorridos a una sola empresa -que primero fue MICRO OMNIBUS QUILMES S.A.
(MOQSA) y días más tarde una ignota TRANSPORTES SAN JUAN S.A.- sin llamar a licitación
pública ni requerir la indispensable autorización previa del Concejo
Deliberante, y mediante una adjudicación directa que contradice todas las
normas vigentes.
Nada se sabe de
TRANSPORTES SAN JUAN S.A. y no obran antecedentes que avalen la entrega directa
de las 9 líneas comunales efectuada por el Intendente.
No existen constancias
de que esta empresa posea suficiente capacidad patrimonial y financiera, de que
sea titular de los micros que requiere cada línea o ramal, de que asumirá las
deudas del anterior concesionario y de que se hará cargo del personal respetándoles
sus derechos adquiridos.
Pero para peor, el único
dato que el Intendente ha invocado para justificar esta polémica decisión
unilateral es que el paquete accionario mayoritario de esta empresa pertenece a
Micro Omnibus Quilmes S.A. la cual, según es vox populi, también es la
propietaria y/o controladora de EL NUEVO HALCON S.A.–LINEA 148.
Y como si todo esto
fuera poco hay otra perlita: El Nuevo Halcón S.A. también es titular de la
Línea Comunal 502.
Es decir que ahora, en
lugar de haber un cuasi monopolio de las líneas comunales en manos de los anteriores
concesionarios de la LINEA 500 (la Empresa 30 de Agosto S.A.), el Intendente
Pereyra ha resuelto que haya una suerte
de “doble monopolio” que abarque el transporte de jurisdicción comunal y el
trasporte en colectivos hacia y desde la Capital Federal.
Si antes teníamos una
empresa con tanto poder de presión y de negociación que el Ejecutivo Municipal
no pudo o no supo controlar, cabe entonces preguntarse ¿cómo podrá hacerlo a
partir de ahora cuando un mismo grupo empresario administra todos los ramales
de la LINEA 500 y también maneja la LINEA 148?
DARDO
H. OTTONELLO
Concejal Frente Renovador
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