domingo, 27 de abril de 2014

Iría a Juicio Oral el falso comisario inspector que enamoró a la ex jefa de la Comisaría de la Mujer



Eduardo Juárez Tapia (44), actualmente está detenido en la unidad 9 de La Plata, fue detenido a fines de 2012 en el domicilio particular de Ranelagh de la por entonces titular de la Comisaria de la Mujer de Florencio Varela. El falso policía se movía entre funcionarios y altos jefes de la fuerza. Está detenido en La Plata y podría ir a juicio oral. Hace poco más de un año estalló el escándalo: un hombre que acababa de salir de Olmos, tras cumplir una condena de 24 años por estafas, robos y abusos sexuales, se hizo pasar por comisario inspector durante varios meses. Eduardo Miguel Juárez Tapia había cumplido una condena por robo y abuso, en el Penal de Olmos.
Hizo operativos en la calle y en seccionales, siempre vestido de policia y haciendo cumplir su jerarquia. Hasta ordenó mejores condiciones en los calabozos. Concurrió a actos oficiales y conquistó a la comisario Etelvinna Zaracho, con quien vivió con ella hasta su detención. Juárez Tapia siempre iba acompañado de su nueva novia, la comisario Etelvina Zaracho (46), por entonces Jefa de la Comisaría de la Mujer de Florencio Varela, Etelvina Zaracho, en la camioneta Ecosport de la mujer quien lo dejaba por la mañana en la puerta del lugar donde trabajaba: Ni más ni menos que el Ministerio de Seguridad en La Plata, ex Jefatura de Policía. Juárez Tapia ingresaba como todos los policias y por su jerarquía recibía el saludo como tal de los subalternos. Un caso de la recordada serie Misión Imposible. Se hizo muy conocido en la zona sur del Conurbano Bonaerense y llenó su Facebook de amigos comisarios. Algunas malas lenguas indicaron que en algún momento estrechó la mano del ex ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, en el último acto de egreso de la Escuela de Policía Juan Vucetich. Por su activo desempeño, hasta hubiera merecido un ascenso. Pero detalle terminó truncando su “carrera policial”: no era comisario, ni siquiera policía, sino un delincuente con un respetable prontuario de 24 páginas. Este comisario inspector trucho fue detenido en la casa de su novia, en Ranelagh, el 5 de diciembre de 2012, cuando circulaba en un Citroën C3 robado el 24 de noviembre a la vuelta del Ministerio de Seguridad, en La Plata. Además, portaba un arma robada a una mujer policía en el Centro de Altos Estudios en Especialidades Policiales (CAEEP). Oficiales de la Superintendencia de Delitos Complejos lo estaban siguiendo a partir de la denuncia de un empresario porteño que había sufrido un robo. Juárez Tapia lo había contactado para ofrecerle sus servicios de jefe policial “especializado en criminalística”, tras presentarse como enviado por “orden de la superioridad”. La historia de Juárez Tapia comienza con su salida de la cárcel de Olmos el 5 de octubre de 2012, donde cumplió una condena a 24 años de prisión por estafas, robo, abusos sexuales y privación ilegal de la libertad. A los cuatro días, merodeaba por Quilmes, Berazategui y Varela vestido como comisario inspector. Ese mismo 5 de octubre se hizo presente en la Comisaría de la Mujer en Florencio Varela y conoció a la Jefa, Comisario Etelevina Zaracho, quien estaba al frente de la dependencia. La mujer se enamoró del falso colega y para el 9 de noviembre él se había mudado a su casa, argumentando que se acababa de separar y no tenía dónde vivir. A pesar de todo esto, Zaracho afirmó que nunca sospechó nada. Como si fuera poco, le prometió a la mujer que haría gestiones para conseguir un ascenso. De hecho, esa promoción le llegó al mes de conocerlo, cuando la designaron como Coordinadora Zonal de las Comisarías de la Mujer de Almirante Brown, Ezeiza, Echeverría, Quilmes y Berazategui. El marco era tan demencial que cuando fue detenido Juárez Tapia, su novia pensó que los policías de Complejas eran secuestradores. En un primer momento, se atrincheró con su novio en la propiedad. Pero cuando entendió lo que sucedía ya era tarde, y la habían pasado a disponibilidad abriéndole además un sumario en el que, a partir del 27 de febrero, comenzarán a declarar testigos de la defensa. Fue indagada y procesada por “incumplimiento de los deberes de funcionario público”. La causa quedó a cargo del fiscal de Berazategui, María de los Ángeles Attarian Mena, que intervino en el operativo de detención del falso comisario. Un año despues Zaracho quedo absuelta y retornó a la fuerza policial. Después de ser apresado, no hubo más información sobre Juárez Tapia y Asuntos Internos trabajó en silencio, dado que el falso inspector engañó a más de uno y no quedó claro hasta qué punto pudo contar con cobertura policial para moverse. PRONTUARIO En 1996 concretó seis robos, en cuatro de ellos abusó sexualmente de sus víctimas. Tiene condenas en San Isidro por abuso y robo, en Mercedes por estafas reiteradas; y en La Matanza se tramitó la últimas de las cinco causas que se le abrieron por usurpación de autoridad, títulos y honores entre 1987 y 2006. Lo que sucede es que Juárez Tapia no siempre dijo que era comisario inspector; antes, había probado cómo le iba con el cargo de juez. Ahora estará nuevamente frente a un juez.

Varela al Día

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