sábado, 15 de julio de 2017

GRACIAS A LAS AMBICIONES DESMEDIDAS DE ALGUNOS CONCEJALES MUCHAS OBRAS NECESARIAS NO SE HICIERON EN FLORENCIO VARELA


(Nota publicada en el periódico El Progreso – julio 2017)
Vamos a tratar de hacer una nota periodística a manera de cuento, porque algunas de las personas involucradas en los hechos por hoy son funcionarios, políticos o «respetados» varelenses con los cuales uno se cruza a diario por las cuadras de la ciudad.


Si bien sus pecados dejaron a quienes habitan esta ciudad sin poder disfrutar algunas obras por las desmedidas ambiciones personales de un crecimiento económico descontrolado; estará en cada uno de ellos hacerse cargo del papel que le tocó cumplir oportunamente y como hicieron primar sus apetencias económicas antes que sus obligaciones como funcionarios.

En esta oportunidad trataremos un tema delicado del cual participaron concejales del PJ; alrededor del año 1995 en plena presidencia de Calos Menem, con Eduardo Duhalde en la gobernación y  Julio Pereyra como reciente Intendente por Florencio Varela.

Por aquel entonces el Gobernador había lanzado un sistema innovador para beneficio de los municipios y se realizaron muchas obras en la provincia de Buenos Aires bajo el sistema que se identificó  «De Iniciativa Privada» donde participaban los gobiernos locales más empresas constructoras e inversionistas privados.

De esa composición se realizaron proyectos necesarios en muchos de los 135 municipios bonaerenses; el inversionista presentaba un proyecto ante el municipio, éste lo aprobaba por su importancia y necesidad y la empresa constructora lo ejecutaba con mano de obra local, un combo perfecto; al municipio no le costaba un peso la obra la cual era explotada por el inversor hasta un plazo estipulado de recuperación por lo invertido y a posteriori le quedaba la explotación y el usufructo al municipio.

A simple a vista la triangulación era perfecta, en la provincia se hicieron infinidad de obra… En Florencio Varela: NINGUNA.

LA VERDADERA TRAMA DE ESTE CUENTO

Uno de los cotos de caza de aquella época en nuestro partido eran las terminales de ómnibus del cruce y la del servicio de medio y corta distancia del centro de Florencio Varela.

Para ambas iniciativas había proyectos y posibilidades para hacerlas (en un principio la terminal de larga distancia se construiría en el predio de Av. Thevenet y Ruta 36), luego de tanto manoseo, presiones y reclamos desmedidos, el grupo inversor se retiro del negocio y finalizó las tratativas que mantenía con el poder ejecutivo y la terminal nunca se hizo, dejándole el campo llano al empresario Caccia para el logro de su terminal del lado de Berazategui.

EL PROYECTO DE LA TERMINAL DEL  CENTRO DE VARELA

El mismo consistía en el reordenamiento del tránsito de la Av. Vázquez (hoy Perón), paradas con dársenas a 45º para las líneas de transportes, locales comerciales en la actual estación del ferrocarril, con oficinas en los pisos superiores, para el uso de la empresas de transportes o bien para alquiler de público en general. Desplazamiento en 150 mts. (hacia la Av San Martín) de la calesita, construcción de un moderno parque infantil con espacios verdes y comerciales.

Un proyecto de avanzada para aquella época con beneficios para miles de varelenses, que no se llegó a realizar por la ambición desmedida de dos concejales que en representación del «Honesto» Concejo Deliberante y en cuanto a sus apetencias personales espantaron a los empresarios quienes dieron marcha atrás en el proyecto y se retiraron.

TODO SE FRUSTRO EN UN ALMNUERZO

Un jueves al mediodía  se reunieron en el Restaurant «Bariloche» (que supo funcionar con cierto y diverso éxito en la zona de El Ombú en la década del 90) un representante de la empresa constructora, otro de de la empresa desarrolladora, y el presidente del concejo  deliberante acompañado por otro edil.

El tema del encuentro era darle un marco y organizar un preacuerdo al proyecto; la reunión se extendió más allá de los platos principales y al café estaba casi todo finalizado…, hasta que un tema fue determinante.

Así el presidente del concejo deliberante sin muchas vueltas tiró sobre la mesa…  ¿»Cuánto le tocaba a los muchachos»? en alusión a lo que se le debía dar a la concejales del oficialismo para que aprobaran el proyecto.

Los empresarios acostumbrados a tratar con este nivel de gente, tiraron una oferta, coherente en relación a la obra, inversiones, utilidades y participaciones.

La contra respuesta de los concejales dejó a los empresarios sin posibilidad  de negociación, pidieron: «cuatro millones de dólares» a pagar antes que se aprobara el proyecto en el concejo deliberante.

El importe solicitado de coima equivalía al doble del costo de la obra.

Ese fue el motivo que los empresarios se retiraron despavoridos y la obra nunca se hizo… cómo ninguna otra en Florencio Varela !!!

Periódico EL PROGRESO

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