miércoles, 13 de febrero de 2013

Corsódromo: ¿Quién dió el final de obra del escenario?





















La pregunta tiene relación directa con lo sucedió en la primera y hasta ahora única noche de los festejos de Carnaval. El sábado pasado la periodista Hilda Días, directora del Semanario La Colmena, tuvo un accidente en un falso escalón del escenario mayor, a pocos metros de donde el intendente municipal y sus funcionarios seguían las alternativas del evento. La colega por poco no cayó del escenario, pero si recibió fuertes golpes que obligaron la presencia de la ambulancia del SUME. Fue inyectada con un tranquilizante al pie del escenario. Con el objetivo de celebrar los 10 años de los Carnavales Varelenses, en esta ocasión se montó un espectáculo por el que no se escatimaron recursos económicos.
En fuentes extraoficiales, pues oficialmente no se conocen detalles de los gastos, se pudo conocer que por todo concepto el Municipio de Florencio Varela, con el aporte de algunas pocas empresas, habrá de desembolsar más de 5 millones de pesos para sostener 4 noches de festejos. Asi las cosas se estarían invirtiendo algo más de 1.200.000 de pesos por noche. El armado del escenario y las gradas para, según los organizadores, albergar a unas 10.000 personas, ha insumido una alta cifra de dinero en su paquete total, pero el escenario presentó falencias graves para la seguridad de los allí presentes. Para tal fin se hizo cargo del tema una pequeña empresa que casi es un sello y no cuenta con estructuras para montar el enorme corsódromo. Es el más grande de los 10 años consecutivos de carnavales. La empresa que factura y subcontrata a otra para montar las gradas y el escenario, había tenido una mala experiencia en los Carnavales Varelenses de hace 5 o 6 años. El armado estaba sobre la avenida San Martín, a la altura de la Curva de Berraymundo. En aquella ocasión una tribuna cedió y cayeron, sin consecuencias, varios espectadores. Este diario dio cuenta de ello en su momento. Los organizadores se volcaron, por ello, a las empresas que se especializan en este tipo de eventos. Pero, en esta ocasión, el sello varelense se quedó con la compulsa de precios. La firma Gallardo, que supo armar durante varios años el corsódromo, perdió la licitación de precios por 5 mil pesos. A la vista están las consecuencias. El sello varelense, que tiene como titular a Marcelo Carril, subcontrató a la empresa Quintana para armar el actual evento. El escenario principal, montado en la calle Storni y 158 de Villa Angélica, evidencia graves fallas en lo que hace a la seguridad. No debería haber sido habilitado bajo ningún concepto por las autoridades que deben dar el OK para la seguridad de estos espectáculos. Sin embargo, nada de esto ocurrió. El escenario está revestido con telas del tipo media sombra y sin matafuegos a la vista. Es caldo de cultivo para un foco ígneo, con solo arrojar una colilla de cigarrillo. Tiene una altura superior a los 2 metros y tiene una platea de sillas en 3 amplios niveles. Los huecos entre cada escalón fueron revestidos con media sombra. La colega periodista se levantó de su silla para hablar con quien estaba a sus espaldas y la pierna derecha se le fue por ese hueco hasta golpear su cabeza con el escalón superior y su ingle con el inferior. Nunca creyó que el escalón fuera hueco. Si pasaba de largo iba a caer sobre el cableado de audio y electricidad que se aloja en el piso, debajo del escenario. Seguro que su suerte hubiese sido otra. Pero esto no es todo. Sobre el último nivel del escenario se pueda caminar y desplazarse de una punta a la otra. La altura trepa a mas 2 metros. Por allí se vio a chicos correr de una punta a la otra. Uno puede pensar que ante un rodada será contenido, pues detrás de la tela media sombra hay barandas. Nada de eso. Apoyarse en esa tela es caer al vacío, con lo cual fácilmente uno se pueda matar dando su nuca contra los caños de la estructura. Esto lleva a preguntarse ¿quién habilitó semejante improvisación? Sabido es que en cada evento que se organiza en el ámbito privado el municipio es muy celoso en todos los detalles. Aquí no lo fue y se infiere que todo quedará ahí, pues en la tarde del lunes, antes de la copiosa lluvia, el escenario no había sufrido modificaciones para dotarlo de mayor seguridad. Cabe preguntarse quién inspeccionó el lugar para darle el visto bueno al paso de las autoridades e invitados. Las fotos, hablan más que mil palabras.
  Varela al Día

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