domingo, 3 de febrero de 2013

NI LOS CAUDILLOS RESISTEN UN ARCHIVO - FELIPE VARELA “GENERAL CHILENO”


Hace algunos días la Presidenta de la Nación –Dra. Cristina Fernández de Kirchner– nombró a Felipe Varela general post-mortem. ¿Fue Felipe Varela aquello que dice la Presidenta y el Instituto del revisionismo histórico? Estas pocas líneas intentan brevemente aportar nuevos elementos de juicio acerca del personaje, los cuales podrían dar una interpretación distinta de la de la historia oficial.

Varela pertenecía a la oligarquía de Catamarca. Era hijo de un estanciero. De joven se enroló en las fuerzas del caudillo Brizuela, director de la coalición del Norte contra Rosas. Por tanto, participó de los ejércitos unitarios de Lavalle y Lamadrid. Las de Lavalle eran tropas de apoyo a la invasión francesa contra el Restaurador. Al caer derrotados sus Jefes, Felipe Varela se exilió en Chile donde se enroló en el Cuerpo de Carabineros de ese país. En Coquimbo y ante una revuelta de tinte socialista-revolucionaria Felipe Varela actuó junto a los carabineros contra esta gente reprimiendo violentamente la insurrección (no era un «progresista»).




Luego de la revuelta los propietarios de las minas y los comerciantes de Copiapó (varios de ellos ingleses) organizaron un cuerpo policial de represión privado que encomendaron a varias personas, entre ellas a Felipe Varela. Es decir, no se cumpliría la consigna de que Varela era una especie de redentor social antibritánico.

Este cuerpo cruzó en 1851 la Cordillera con la intención de sumarse a las tropas de Urquiza, cosa que no pudo hacer. Felipe Varela sí se sumó al Ejército Grande que actuó en Caseros contra Rosas. Por ello Urquiza lo ascendió a coronel. Poco después, apoyó el levantamiento del Chacho Peñaloza. En julio de 1866 pasó en Comisión a Chile.



Ya con la guerra del Paraguay iniciada, Varela, nombrado general, con dos batallones de carabineros chilenos (nada que ver con montoneros espontáneos) atravesó la Cordillera con la idea de abrir un segundo frente de guerra, en acuerdo con el ejército paraguayo del Norte.

Antonio Taboada (caudillo también) lo derrotó en Pozo de Vargas en abril de 1867. Huyó posteriormente a Bolivia como protegido del presidente Melgarejo. Desgastado por los años de lucha, Felipe Varela organizó la última invasión que sería un fracaso. Se exiló en Copiapó (Chile) y murió tiempo después.



Llegados a este punto cabe preguntarse: ¿Era un representante del pueblo argentino? ¿Fue un líder antiimperialista? ¿Es exagerado pensar que el revisionismo de los años sesenta (hoy reciclado en el Instituto de Revisionismos Histórico) idealizaba y apoyaba cualquier caudillo que se le opusiera a Mitre? ¿Es coherente ser rosista y varelista, o sea rosista y antirrosista a la vez? ¿Es aceptable que se busque en el extranjero apoyo militar para las contiendas civiles nuestras?

Finalmente, ¿la presidenta argentina, tan inteligente y lúcida, no debería tener más cuidado al levantar acríticamente a personajes del pasado?



Por Luis Fernando Beraza

Profesor de Historia e historiador, ejerce la docencia secundaria, terciaria y universitaria. Publicó los libros «Nacionalistas», «José Ignacio Rucci» y «Grandes conspiraciones de la historia argentina».





Periódico EL PROGRESO – Florencio Varela

1 comentario:

  1. No puso q escribio "antiperonistas" por las dudas de que la gente saltara a criticarlo (aunque no haya leido el libro) pero si es genial ver como se salteo ese libro en su biografia.

    quizas esta enojado, porque no forma parte del Instituto del revisionismo histórico... nose...

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