jueves, 28 de marzo de 2013

Tenso pase de facturas en el kirchnerismo por una solicitada

La llamada, a primera hora de la mañana de ayer, sorprendió al intendente kirchnerista. "Julio [De Vido] quiere saber si vos firmaste la solicitada", inquirió el colaborador del ministro de Planificación Federal al intendente de la tercera sección electoral. "Sí, nos dijeron que el Gobierno lo aprobaba, que estaba todo bien", se defendió el mandamás de la tercera sección. "No, está todo mal", escuchó, antes de oír que, del otro lado, colgaban el teléfono. La solicitada firmada por 89 intendentes kirchneristas para pedir el fin de la huelga docente y apoyar las gestiones del sciolismo frente a los docentes bonaerenses desató un vendaval de recriminaciones y pases de factura dentro de la Casa Rosada y entre los jefes comunales. En los últimos días, la ministra de Gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez, se encargó de llamar uno por uno a los intendentes. Fuentes en discordancia aseguraron que el jefe de Gabinete, Alberto Pérez, y hasta Scioli, colaboraron con las llamadas más sensibles. Los días pasaban y los intendentes no encontraban una sola respuesta firme de la Casa Rosada acerca de si debían apoyar o no el pedido de Scioli. Todo se terminó de encaminar el lunes, durante un encuentro que mantuvieron los jefes de la poderosa tercera sección, en Avellaneda. Según coincidieron los intendentes presentes, cuatro hombres se presentaron con la solicitada que proponía Scioli y dijeron contar con el visto bueno del jefe de Gabinete, Juan Abal Medina. Eran Julio Pereyra (Florencio Varela), Fernando Espinoza (La Matanza), Darío Giustozzi (Almirante Brown) y el secretario de Ambiente, Juan José Mussi (ex intendente de Berazategui). Se hicieron cambios en la solicitada, como decir que apoyaban las gestiones del "gobierno" en vez de las de "Daniel Scioli". En lugar de firmar con sus nombres, acordaron poner los municipios. El único hombre que se negó a firmarla, pese al supuesto aval de la Presidencia, fue Martín Insaurralde (Lomas de Zamora). Acertó, porque entre la noche del martes, antes de que se publicara la solicitada, y la mañana de ayer, varios intendentes conocieron la furia de De Vido. Ante la consulta de LA NACION, sin embargo, un vocero del ministro negó el enojo y las llamadas. Sin paracaídas, algunos de los intendentes que firmaron la solicitada intentaron aplacar los retos de De Vido con críticas a Scioli. Juan Patricio Mussi, hijo del secretario de Ambiente y su sucesor en Berazategui, tildó la gestión sciolista de "inepta" y "pésima". "No le dimos el apoyo al gobernador", afirmó Mario Secco, de Ensenada, antes de criticar la situación en hospitales y aulas provinciales. En tren de alejarse lo más posible de Scioli, hubo intendentes que olvidaron algunos detalles. "Tengo que aclarar que no di mi consentimiento", dijo Mauricio Barrientos, de Chacabuco, pese a que ni siquiera figuraba en la solicitada. Barrientos responde al presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez. Los intendentes de la primera sección, mientras tanto, echaron la culpa a los de la tercera. "Nos aseguraron que la Casa Rosada estaba de acuerdo", explicó uno a LA NACION. Ninguno de los consultados pudo hallar una explicación ante la falta de directivas de parte del Gobierno. "Se durmieron", aventuró un veterano intendente. "Scioli jugó fuerte y no la vieron venir", agregó un colega. No faltaron quienes creyeron ver una movida maquiavélica de la Casa Rosada, para poner a prueba a los intendentes. La mayoría falló. "Viven en complot", se despegaban ayer en La Plata, donde nadie se hacía ilusiones de interpretar las firmas de los intendentes como un apoyo político a Scioli. Sí, en cambio, como una jugada exitosa..

lanacion.com

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