El sonido de bombos y cánticos alteró un poco en Ezeiza la armonía del embalaje, sobre todo de sus bártulos no muy pequeños y sus remeras verdes y amarillas. Eran 11 en total: miembros de la barra brava de Defensa y Justicia conformaron la representación de Hinchadas Unidas Argentinas y viajaron hasta Quito, para alentar a la Selección. Los acompañaba un barra de El Porvenir y otro del ignoto Ferro de Rafaela. Saludaron a Juan Carlos Crespi, vice de Boca Juniors y representante en AFA de la Selección, quien les prometió “hacer lo posible” para otorgarles algunas entradas. “Nosotros siempre estamos con el equipo y todo lo bancamos de nuestro bolsillo. Estuvimos en Perú, Chile, Bolivia y ahora en Ecuador”, cuenta Martín, quien además es secretario de un sindicato de curtiembres: “La gente tiene una mala imagen de las barras, nos tienen a todos en la misma bolsa. Nosotros en ese sentido somos antiguos, nunca usamos la violencia y nos hacemos cargo de los gastos” (dato no comprobable). Sin embargo, a pesar de andar a los gritos en el avión y cantando a favor del “Halcón” de Florencio Varela y la Selección, no tuvieron quejas de los demás pasajeros y nunca les llamaron la atención, salvo cuando se reagruparon unidos y debieron respetar los asientos que indicaban su pasaje. “Nos vamos a ir unos días a Playa Esmeralda y a la mitad de mundo, volvemos para el partido. Nunca tuvimos problemas, afianzamos nuestra relación en el Mundial de Alemania. Las barras del ascenso somos las más tranquilas”, agrega Martín, para después enviarle saludos a las barras cordobesas. Defensa y Justicia trajo representantes que estarán en el Atahualpa alentando a Messi y al equipo de Sabella, como toda la eliminatoria y el mundial.
lamañanadecordoba.com
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