Por Guido Cichello para Varela al Día
Para muchos era una incertidumbre lo que podía pasar dentro del campo de juego entre Defensa y Justicia y Boca Unidos. Es que el equipo venia de ser goleado, de haberse quedado sin entrenador, y con una semana de entrenamiento muy agitada. Y quizás los primeros 45 minutos, estuvieron aparentados a esto. Porque no hubo diferencias entre uno y otro equipo, además las imprecisiones estuvieron a la orden del día y nadie sacaba ventajas en las áreas. Los minutos pasaban y el partido aburría a todos. Tácticamente no hubo innovaciones. Era saludable ver al Halcón jugar con un enganche y dos puntas, pero a éstos les costaba entre en sintonía. Porque Medina aparecía sólo por la derecha, pero no tenía mejor alternativa que tirar un centro al área. Romero recibía en el medio, pero debía descargar para atrás, ya que para adelante no tenía muchas posibilidades con Bueno y Guerrero que parecían bien marcados. En el fondo, había mucha precaución con Nuñez y Vizconti, pero ellos mismos se encargaban de tranquilar a sus rivales. La pelota iba de un lado a otro, por lo que se fueron al descanso entre los bostezos del poco público presente. Ya en el segundo tiempo, la cosa cambió. Defensa se adelantó 20 metros en el campo, y eso hizo que los rebotes se ganan en el propio campo rival, que la pelota no salga cruce la mitad de cancha, y que todo se geste cerca del arco de Boca Unidos. Además Romero tenía más contacto con la pelota y menos recorrido para hacer con ella. Benedetto, que había sustituido a Guerrero, estaba imparable. En velocidad le ganaba a todos y eso abría espacios para sus compañeros. Además Pablo Bueno era el compañero ideal para ese cambio de ritmo, porque ambos juveniles fueron mucho para la experimentada y pesada defensa rival. Encima el gol, llegó en un momento justo. Porque las opciones estaban, pero el gol no aparecía. Hasta que Pablo Bueno aguantó muy bien una pelota de espaldas al arco, y supo asistir justo a Benedetto, quien en velocidad, sólo tuvo que tirarla larga, eludir a Mazzón y tocarla suave para que la pelota descanse en la red. Era la ventaja para el local, que merecía, a esa altura del partido, mucho más que un gol. Los minutos fueron pasando, los de Acuña, nunca se relajaron y defendieron la ventaja con uñas y dientes. Boca Unidos era todo impotencia. La gente se fue conforme con un equipo que se entregó al máximo, que tuvo identidad de juego, sobre todo en el segundo tiempo cuando fue a buscar el partido. Los jugadores deberán mantener una regularidad, es el desafío más grande de hoy día. La próxima fecha van a Córdoba ante Instituto, seguramente con técnico nuevo. Pero independiente de quien éste sentando en el banco de suplentes dirigiendo al equipo, ellos son los que pueden hacer historia, los que están capacitados como plantel, por nombres, experiencia y juventud, en revertir la pálida imagen de éstas primeras fechas, y focalizarse en alcanzar los puestos de vanguardia. Éste es el camino, ojalá que la próxima jornada, logren mantener éste nivel y sobre todo la concentración, que perdieron en Mendoza y que obligó a dejar a Ramacciotti sin trabajo.
ARTICULO COMPLETO EN LA PRESENTE EDICION DEL DIARIO VARELA AL DIA
FOTO: LEO LETTIERE
VARELA AL DIA
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