El intendente Julio Pereyra encabezó la jornada educativa antitabaco en el Instituto Dr. Salvador Sallarés y convocó a los jóvenes a protagonizar la concientización “junto a las decisiones políticas que hoy permiten contar con una gestión que se ocupa de la salud de todos”.
“Hoy, la política debate las problemáticas de salud y da cuenta de un Estado que está presente para resolverlas. No sólo con el cigarrillo, sino con el alcohol y las drogas”, destacó Pereyra, –y añadió-, “Por eso me alegra que los jóvenes estén participando de este cambio porque, sin duda, son el blanco de cada campaña publicitaria”.
Además, el Jefe Comunal recordó sus inicios como fumador y la decisión de abandonar ese mal hábito, resumió los problemas que trae a la salud e invitó a los jóvenes a ser los principales interlocutores para concientizar a la población de los riesgos que contrae fumar.
Por su parte, las autoridades educativas hicieron entrega de una placa de reconocimiento al Intendente por participar de la jornada e incentivar las políticas de prevención de salud en todo el distrito.
De las jornadas, participaron además de los estudiantes del Sallarés, más de 200 alumnos de las escuelas medias Nº 8, Nº 10 y Nº 11 del distrito, donde mostraron sus trabajos de investigación acerca de las consecuencias del hábito de fumar.
Vale destacar que, esta jornada se suma a la cruzada por la vida saludable que se viene realizando en el distrito y que incluyó una serie de operativos en los barrios y campañas de concientización sobre diferentes temas.
Del encuentro, también participaron funcionarios municipales, directores del Instituto, profesores y alumnos de distintas escuelas del distrito.
El fumar es perjudicial para la salud
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la adicción al cigarrillo es la principal causa de muertes prevenibles, enfermedades y discapacidades en el mundo.
Entre las patologías más comunes asociadas al tabaquismo, se destacan enfermedades crónicas como el cáncer, asma y enfermedades pulmonares y cardiovasculares. Asimismo, se sabe que fumando se irriga menos oxígeno para los órganos, se dañan los vasos sanguíneos, aumentan las probabilidades de producirse úlceras, se perjudica la vista y hasta produce problemas de infertilidad e impotencia.
No obstante, los perjuicios a la salud aparecen también entre personas no fumadoras expuestas al humo de tabaco, fundamentalmente en los niños y recién nacidos. El fenómeno, conocido como “tabaquismo pasivo” es causa de graves enfermedades cardiovasculares y respiratorias, entre ellas la cardiopatía coronaria y el cáncer de pulmón, en el adulto; de síndrome de muerte súbita en el lactante, y de bajo peso al nacer en el feto.
Asimismo, ni la ventilación ni la filtración, ni siquiera ambas combinadas, pueden eliminar la exposición al humo de tabaco en espacios interiores a niveles que se consideren aceptables. Los entornos totalmente exentos de humo de tabaco ofrecen la única protección eficaz.
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