lunes, 26 de septiembre de 2011

Cumplió 25 años de educación a los niños el Jardín Maternal de la Medalla Milagrosa


Cuando una institución, de las características del Jardín Maternal "Medalla Milagrosa", cumple un año más de vida, deja bien sentado el compromiso asumido por fundadores, colaboradores, docentes, personal auxiliar y las personas que forman parte, trabajando, en uno de los barrios más populosos del distrito.



Las entidades nacen de un sueño, forjado en base a esperanzas de mejorar y brindar ayuda a quienes presentan mayores peligros de vulnerabilidad, abandono y desarraigo.

En este caso son los niños quienes fueron dando forma a una ficción que, paso a paso, fue tornándose en una realidad. Como sucede en estos casos existe una cabeza visible que coordina y señala las necesidades. Desde las inmediatas hasta las mediatas. En este caso, el sacerdote Miguel Hrymacz, lleva 32 años como párroco de la Iglesia Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa y es el hacedor de innumerables obras en beneficio de la comunidad.

Desde su labor evangelizadora fue sembrando distintos caminos que quedaron enmarcados en la "Fundación Padre Miguel" como lo conocen en el barrio.

Nacido en el barrio de Boedo, Capital Federal (hoy CABA) y terminado sus estudios primarios, en la escuela Nº 23, provincia de Entre Ríos, se radica en Misiones, pasa por Brasil e ingresa al seminario a la edad de 14 años.

Su principal preocupación fue la pobreza, el hambre, la desigualdad, las injusticias, las madres solteras, la familia y en especial los niños. Es a partir de estos últimos que va creciendo la idea de brindar la posibilidad de atender a pequeños desde los 45 días hasta los 3 años de edad para que, sus madres, tuvieran la posibilidad de trabajar sabiendo que, sus hijos, estaban bien atendidos.

Muchas cosas pasaron en estas tres décadas. Situaciones comprometidas durante la triste realidad de la dictadura militar. Miguel, junto a sus colaboradores, daba de comer a más de un millar de personas, todos los días.

Con el apoyo, incondicional, de miembros de su comunidad fue plasmando esos sueños y esperanzas cuya meta era la dignificación de las personas y la protección de los niños.

El Jardín Maternal hoy es una realidad de 25 años de servicios, amor y dedicación. Fue la piedra angular para la prosecución del Jardín de Infantes que funciona de forma paralela. Ambas entidades son de carácter gratuito.

Hoy fue un día de fiesta. A pesar del día destemplado muchos vecinos se acercaron al escenario armado en una de las calles laterales. Invitados especiales, docentes, personal auxiliar, representantes de la policía bonaerense, padres y público en general, dieron el marco apropiado para el festejo de las Bodas de Plata.

La sencillez del acto quedó reflejada en los rostros emocionados de los presentes y las palabras "gracias Miguel" quedaron a flor de labios como un reconocimiento para alguien muy especial que trabajó y sigue trabajando siguiendo las enseñanzas de Jesús.

Miguel Hrymacz un compañero de mi infancia, un pibe de barrio que fue tocado por el llamado de Dios, a quien respondió, en cuerpo y alma, con obras que llevan la impronta del amor al prójimo y la dignidad de los seres humanos, sin ningún tipo de exclusiones.

Texto y Fotos: Oscar Fernando Baró

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