miércoles, 13 de marzo de 2013

MASIVO RECHAZO AL CAMBIO DE NOMBRE DE FLORENCIO VARELA

Aún persiste en el ambiente de nuestra ciudad un resabio de la presencia del contador Norberto Galasso, devenido en historiador oficial del relato, que se presentó hace un mes con la dudosa intención de dar una charla sobre revisionismo y que resultó a todas luces, proponer el cambio del nombre al partido de Florencio Varela.

Para algunos aplaudidores de la gestión oficial se trató de una charla «magistral», pero una gran parte de los varelenses se sintieron como si «ese tipo vino a mojarnos la oreja» en nuestra propia casa e imponer su marca registrada de «Felipe Varela»; además comentaban con indignación "le habrán pagado sus honorarios y el traslado en remis «Sallares», ¿para que todo este circo"




Desde este medio y en un principio siempre hemos sido críticos al cambio de nombre de nuestro partido, ciudad o pueblo; no es una oposición por la oposición misma; en todo caso el rol opositor lo estarían jugando quienes pretenden el cambio del nombre, al oponerse a una denominación que ya lleva cientos de años y con vagos argumentos y presencias foráneas quieren imponer sus ideas que no cuentan con el consenso de muchas, muchísimas personas de nuestra ciudad.



Nuestra postura en defensa de la identidad de los habitantes varelenses no tiene ninguna connotación política o histórica, no vamos a reflotar las contiendas entre unitarios o federales, ni vamos a defender o a juzgar a unos y otros, tenemos temas más preocupantes y de actualidad inmediata como para ponernos a escribir una nueva historia.



No vamos a abrir antiguas heridas que tardaron en cicatrizarse y en algunos casos cerraron en falso; por eso es incomprensible que a esta altura de la historia, cuando bregamos por la unidad nacional y nos desgarramos las vestiduras por un nuevo país; haya mentes a las que se les ocurra revivir viejos enfrentamientos, utilizando fundamentalistas argumentos y fogoneando cambios estériles, que en nada mejoran la calidad de vida de los ciudadanos.



Si nos referimos a la identidad de cada uno de los que nacieron en estas tierras o de quienes somos hijos adoptivos, nada nos relaciona con el caudillo Felipe Varela, ajeno y extraño por estos lares; pero como el contador Galasso posee «esa marca registrada», parecería que también «los derechos de autor» y al decir de nuestro intendente «para no hacer grandes cambios, mantendríamos las mismas iniciales»,,,F.V



Pero no se trata de una cuestión de iniciales, nuestro partido desde su nacimiento se llama Florencio Varela, no… «F.V». Es más desde todos los ámbitos oficiales, nacionales y provinciales cuando se menciona a esta ciudad se la llama: FLORENCIO VARELA, ahora extrañamente en nuestra misma municipalidad y por parte de los funcionarios de las distintas áreas parecería avergonzarles el nombre y tímidamente titulan sus escritos con el menoscabo de «Municipalidad de Varela» y algunos «desobedientes» más jugados se animan a poner «Municipalidad de F. Varela».



No haremos comentarios sobre la aberración escuchada hace un tiempo en un acto realizado en un centro de salud barrial donde por una bajada de línea de ceremonial u obsecuencia partidaria se lo presentó a nuestro intendente como: «El intendente municipal de San Juan Bautista» ???



Todo esto nos lleva al pensamiento que «es peor el remedio que la enfermedad…» Por esto le agradecemos al Cdor. Galasso su «generosa» participación y preocupación en querernos «abrir los ojos» e inclusive reconoció (en un sincericidio) que sería muy difícil, casi imposible el cambio del nombre del partido por la complejidad e implicancia de las normas para realizarlo; entonces la pregunta es: ¿para que todo esto? ¿Qué interés mueve a nuestro intendente, después de veinte años de mandato presentar esta propuesta? ¿Qué hay detrás de todo esto?



Si hablamos de un ataque de revisionismo histórico y en los supuestos de prosperar utópicamente el cambio de nombre del partido, se debería replantear la desaparición de los nombres de muchas calles de nuestra ciudad; por ende no podrían existir: Mitre, Rivadavia, Lavalle, Alberdi, Rauch, Alsina, Echeverría, Mármol, Alvear, Alvarez Thomas, …por nombrar algunas; inclusive no faltaría algún fanático en cuestionar San Martín aduciendo que nuestra avenida principal no puede llevar el nombre de un «militar que vivió apenas, unos pocos años en nuestro país, pasando su existencia mayormente en España, sudamerica y finalmente en Francia»…!!!



Y ni pensar, aunque sea fantasiosamente la debacle que se produciría en toda la provincia de Buenos Aires en donde existen cientos de localidades grandes, medianas y pequeñas con nombres de militares, políticos y personalidades que fueron sindicados como unitarios y luego la expansión sería en todo el territorio nacional, a lo que se sumarían las instituciones, clubes, centros, bibliotecas…etc. que también llevan esos nombres.



No se trata de otra cosa que un «irónico revisionismo», algo tirado al aire en forma subconsciente, por no tildarlo de inconsciente, para que no suene irrespetuoso; dejemos las cosas como están…, dejemos a los muertos en paz…

En días más, el 20 precisamente se conmemorarán los 165 años del asesinato de Florencio Varela, sería una buena oportunidad para revindicar su memoria y disculparse por este atropello…



Sin vencedores ni vencidos.   Periódico EL PROGRESO - Florencio Varela

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