Pablo Reynoso, el hijo de todos

Dieron cristiana sepultura al hijo del periodista varelense que fue herido de bala durante un asalto. Que el crimen no quede impune.
Pudo haber sido Joaquín, Ernesto, Tomás, Laura, Raquel, o cualquiera de nuestros hijos. Pero esta vez fue Pablo Reynoso, el hijo del periodista Héctor Reynoso. El hermano de Sergio, un hombre de la radio local. Unos malditos delincuentes lo emboscó una madrugada de los últimos días de febrero cuando volvía de trabajar y lo balearon sin piedad. Luchó, se aferró a la vida con uñas y dientes. Lamentablemente, 17 días después, murió en el hospital Mi Pueblo y su cuerpo fue sepultado ayer en medio de una profunda consternación.


Una víctima más de la delincuencia que no da tregua en el conurbano. Como Juan Pedro Tuculet, el rugbier de La Plata asesinado el fin de semana. Como Karen Campos asesinada en un asalto en Junín. Como Yanela Medina, la niña de 11 años, asesinada y abusada por descerebrados en Berazategui. Una larga lista de casos conmocionantes que deben alertar a los miembros de las fuerzas de seguridad y la política toda.

Pablo tenía sueños. Sabía, lo había aprendido de los mayores, que esos se construyen con trabajo y esfuerzo. Por eso, a las 6 de la mañana volvía de trabajar en su moto. Los datos sostienen que cuando frenó frente a un pozo, uno de los dos delincuentes que lo asaltaron se le subió al vehículo, lo tiró y le disparó en el pecho. Así lo dejaron. Pablo tuvo fuerzas para pedir ayuda a un vecino que llamó a la policía y a la ambulancia. En el hospital Mi Pueblo pasó por varias cirugías antes de su muerte. “La pelea” decían sus familiares cada vez que se le preguntaba por su estado de salud. Y así se fue, peleando.

Resta ahora que la policía local profundice la investigación que por estos días parece estancada. Sin rumbo. Es necesario que la muerte de Pablo, el hijo de todos, no quede impune.     infosurdiario.com