lunes, 12 de septiembre de 2011

Hoy los lápices siguen escribiendo

Un jóven varelense nos hace llegar su pensamiento:

La participación de la juventud en política durante la segunda década infame fuè lamentable, el rol que el neoliberalismo le asignó era realmente denigrante y se limitaba a ser la mano de obra barata en las campañas políticas.


Después del Helicóptero, el estallido social, el “que se vayan todos” y cinco presidentes en una semana, el 25 de mayo del 2003 vimos asumir a un compañero patagónico que nos supo decir a los argentinos que no iba a dejar sus convicciones en la puerta de la casa de gobierno, y así lo vimos hacer descolgar el cuadro de un genocida y decirle chau al FMI, como así también paralelamente a la militancia nos pidió que seamos transgresores, que derribemos la teoría del jefe y la del individualismo, que volvamos a recuperar los espacios políticos como usina irradiadora de ideas, como lugares de formación cívica y no solamente para comer asados y hacer rosca; provocándonos con total determinismo a debatirlo todo, eso fue lo que nos llevo a identificarnos plenamente con el, aunque esto para algunos fuera políticamente incorrecto.

Fue hace 5 años bajo el mandato presidencial de Néstor Kirchner que se firmó el decreto que declara el 16 de septiembre como el Día Nacional de la Juventud, en conmemoración a la memoria de la denominada “Noche de los Lápices”, con el objetivo de reivindicar la militancia y el compromiso en la lucha de aquellos jóvenes estudiantes que fueron desaparecidos en el inicio de la dictadura mas sangrienta que padecimos los argentinos.

Hoy a diferencia de aquellos años de oscuridad, represión y censura, contamos con plena democracia, con un estado presente, con pluralidad de voces, donde a la democracia la democratizamos aun mas con las elecciones primarias que tuvimos en agosto pasado y tenemos que decir que fue de la mano de este enorme cuadro político que no tan solo reconstruimos el tejido social sino que además logramos revalorizar conceptualmente a la política, recuperamos el compromiso hacia el pensamiento nacional y reivindicamos a nuestros verdaderos patriotas y las luchas históricas que la historia oficial se había encargado de ocultarnos. Nosotros somos hijos de la democracia, pues crecimos y nos formamos en ella y tenemos por lo tanto un origen común, somos frutos de una época y tenemos nuestra identidad y una matriz cultural propia. Y este pingüino perteneciente a esa generación de la maravillosa juventud que dejo la vida en pos de luchar por sus ideales supo encontrar en nuestra generación la del bicentenario al combustible que le permitió encender los cambios necesarios que la transformación exigía para poder hacer la patria grande que siempre soñamos, y que ya ocupa varias páginas del libro grande de la historia Argentina. La voluntad política de este histórico transformador no se quedó en algo meramente declamativo sino que bajo la intima convicción de que cuando la juventud se pone en marcha los cambios son inevitables, lo efectivizó en la realidad llevando a los jóvenes a ocupar cargos de responsabilidad institucional. Y en nuestro distrito es el compañero Julio Pereyra quien actúa en consonancia con el gobierno nacional e interpreta que es la hora del protagonismo de la juventud ubicando a tres jóvenes dentro de los primeros diez en la grilla legislativa municipal que se dirime el 23 de octubre próximo. Esta plena identificación con el modelo de país hace que hoy los jóvenes se vuelquen de a miles hacia la participación en política con sueños, con ideales y con compromiso hacia el proyecto nacional, teniendo bien en claro hacia donde vamos y hacia donde no queremos volver. Es por ello que a 35 años hoy los lápices siguen escribiendo presente y proyectando futuro.



Renato Ghiglione
28.446.180
“El Cordobes”
Militante JP- La 30

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