domingo, 1 de septiembre de 2013

Defensa es el equipo sensación del torneo


 












El sueño del conjunto de Florencio Varela se afianza con su buena construcción de juego. Claudio Guerra marcó el gol del delirio.  Con la mano señalando al centro del campo, el árbitro Ariel Suárez marca el final. Y los plateístas se agarran la cabeza, incrédulos; Diego Cocca festeja a medias; los suplentes saltan al medio de la cancha y se encuentran con los titulares. Se funden en abrazos y sonrisas. Defensa y Justicia anoche le ganó 1 a 0 a Atlético Tucumán. Defensa y Justicia jugó 5 y ganó 5. Defensa es el puntero de la B Nacianal. Defensa es el equipo sensación del fútbol argentino.

Vive este presente de ensueño el equipo de Florencio Varela con el sello de su técnico, Diego Cocca. Intenta siempre por abajo Defensa. Es saludable lo que propone. Pero claro, no le sobra jerarquía al plantel; entonces, a veces, la idea supera a las condiciones de los jugadores. Sin embargo, sigue intentando hacer rodar la pelota por el césped. Y eso es más saludable aún. Nelson Acevedo es el motor: desde el medio del campo comanda todas las jugadas. Es prolijo y simple el volante central. Esos modos, también, son un contagio para el resto. Los volantes por afuera van mucho y bien. El enganche Gonzalo Díaz siempre preocupa. Los delanteros acechan. Con esas armas fue el local, secundado por la multitud que llenó el estadio. Dos remates desde afuera, bien resueltos por Lucchetti, fueron lo más peligroso de Defensa. Lo opuesto al local es Atlético Tucumán: un equipo lleno de jugadores de renombre, con buenos pasos por la Primera División. La diferencia se notó. No necesitó la visita tener el balón para ser ofensivo: le alcanzó con los destellos individuales. Con un disparo de Rodríguez y dos de Morel (uno que se fue apenas por arriba del travesaño) Atlético preocupó al puntero en el primer tiempo. “¡Para ser campeón/ hoy a que ganar!” . Con ese cantito de la gente arrancó la segunda mitad. Y con las mismas herramientas jugó el local. Paciencia, circulación, juego asociado. Pero le sucedió lo mismo que en el primer tiempo: estuvo carente de profundidad. No encontraba la llave que abriera el partido. No tenía ideas en los últimos metros. Un cabezazo de Martínez fue lo más destacado de esos minutos iniciales. No había manera, las situaciones no llegaban. Agrupado atrás, Atlético no se preocupaba por buscar la victoria. Una contradicción en un equipo del Negro Rodríguez, acostumbrado a pedirles a sus dirigidos que jueguen y que vayan en busca del arco rival, tanto de local como de visitante. Por ejemplo, la semana pasada, en su reducto, le generó una infinidad de situaciones a Independiente. Y para alcanzar la punta debía ganar anoche, pero se conformaba con el empate, que en algún momento del partido parecía irremediable. Pero no. Marcelo Benítez tuvo la lucidez de rematar desde afuera. Con inteligencia de goleador, Claudio Guerra, que ingresó muy bien, desvío la pelota y puso el 1 a 0. Gol y delirio. Pero antes de festejar Defensa sufrió. Porque Atlético estuvo cerca del empate. Primero con un cabezazo de Malagueño que “besó” un palo y después con un remate de Galíndez que se fue muy cerca. Punta y locura. Vuela el Halcón en lo más alto de la B Nacional. Y desea que este sueño nunca se acabe.

POR MAXIMILIANO URIA
Clarin.com

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