viernes, 13 de septiembre de 2013

Granados, la alegría policial y las recetas de un sheriff K

-La Policía está contenta con que yo sea ministro.
 Alejandro Granados lanzó la frase, se abandonó a una pausa para que los caciques peronistas que lo escuchaban decodifiquen el metamensaje y empalmó otro dato. -Matzkin sigue. Ya hablé con él. Todo bien -dijo en referencia a Hugo Matzkin, el ceniciento jefe de la Bonaerense que, según le anticipó Granados a un malón de intendentes, sobrevivirá a Ricardo Casal, el ministro que lo ancló a la cima policial y ahora se repliega en Justicia.
El martes, Julio Pereyra, insaciable acumulador de títulos nobiliarios -es intendente de Florencio Varela, mandamás de la FAM y preside el Frente Nacional Peronista (FNP)-, abrió la Casa Néstor Kirchner en San Telmo para que Granados detalle lo que hará cuando jure como ministro y se explaye sobre sus recetas de sheriff conurbánico.
Martín Insaurralde, el otro invitado estelar, tuvo su bloque para explicar el perfil de la nueva campaña del FpV bonaerense y, en el tramo más incómodo, un consultor hizo una biopsia del momento electoral y de las razones del voto anti-K. Fue una cita blindada para los coroneles PJ de la zona sur, donde resaltó una butaca vacía: la que dejó Fernando Espinoza, lord matancero cuya ausencia se atribuyó a que "anda enojado". "Fernando es así, se resignan los demás. Cofrade Ajeno a la ausencia, Granados, viejo contertulio de FAM y la "rosca" de la Tercera, dio pistas pero, sobre todo, se esforzó por mostrarse operativo. Un hacedor con cierta emulación al personaje borgeano que no se demoraba"en los goces de la memoria", como Granados no se detiene en sus sucesivas y fluctuantes lealtades políticas. Inmediato, prometió sumar patrulleros. "El lunes ya voy a saber cuántos autos tengo para darles y ahí mismo ustedes los pueden pasar a buscar", dijo como si administrara un parripollo. Primero habló de autos nuevos, pero al rato avisó que se trataría de usados que podrían necesitar alguna reparación. Igual con los uniformados. Repitió el recurso de poner en la calle a los administrativos de comisarías, plan que tiene tantos anuncios como fallidos. Mechó, además, una admisión y un deseo: dijo saber que no tendrá"recursos suficientes" de Daniel Scioli pero se mostró confiado en que la Casa Rosada lo asistirá con fondos. "Yo quiero que ustedes sean los jefes de la policía de cada municipio y los voy a ayudar", precisó sin que eso, a priori, signifique esperar que se instrumente la policía municipal que espera tratamiento en la Legislatura y divide posiciones en el PJ. "Hagan como hago yo, que a cada policía le doy un bolsón de comida para que sepa que me intereso por él y su familia", contó. Entre los asistentes, el optimismo de Granados se relativiza: no hay objeciones ideológicas sobre sus sinuosas pertenencias pasadas y se valora que haya pujado para ser ministro. "Alejandro está convencido de que si le va bien como ministro puede llegar a ser candidato a gobernador",interpretó un intendente. Insaurralde, que ayer recorrió Bahía Blanca, detalló que comenzará una campaña que tendrá una impronta personal y provincial, y en la que el mensaje girará en torno al "futuro". Contó lo que Ámbito Financiero relató la semana pasada sobre un candidato silvestre, sin Cristina ni Scioli como padrinos, y con nuevo eslogan: "Hay futuro y es de todos". Sondeo Un consultor, experto en peronismo, desguazó un sondeo encargado por el FNP sobre la Tercera Sección. Los datos duros: Insaurralde sigue igual que el 11A, pero Sergio Massa subió entre 3 y 4 puntos -que abandonaron aFrancisco de Narváez- mientras que en el detalle de cada municipio el FpV no logra revertir ningún resultados local de las PASO. Ahí presente, Jorge Ferraresi, alcalde de Avellaneda, esperaba indicios positivos que no se vislumbran. IgualDarío Díaz Pérez, de Lanús, otro derrotado de agosto. Patricio Mussi, de Berazategui, anotó el indicador según el cual más de "80%" de los bonaerenses votó en función de temas nacionales, no provinciales ni locales. Es más: el grueso del voto -les contó, ceñudo, el consultor a los alcaldes- fue contra Cristina de Kirchner y buena parte de los que acompañaron a Massa lo hicieron, aun con algo de confusión, con la intención de "ponerle límites" a la presidente. Como los Mussi, Francisco "Barba" Gutiérrez (Quilmes) y Fernando Gray (Esteban Echeverría), ganadores en sus territorios, se mostraron interesados en el perfil "bonaerense" que tendrá la nueva campaña de Insaurralde que, cuando le preguntaron, atribuyó la autoría al publicista Ernesto Savaglio, inventor del "naranja" sciolista y del "+a" de Sergio Massa. Daniel Di Sabatino (San Vicente), Anibal Regueiro (Presidente Perón) y Mario Secco (Ensenada), entre otros presentes, escucharon el parte estadístico que habla de un porcentaje de votantes que podría girar hacia Insaurralde quien todavía es desconocido por 30% de los bonaerenses. Sobre el final, el lomense escuchó quejas por su propuesta de "bajar la edad de imputabilidad" pero se defendió con que el planteo surgió en los "focus group" encargados entre habitantes del conurbano rabioso. Sobre los chispazos en torno a esa iniciativa, los alcaldes objetaron el espadeo público entre candidatos de una misma lista, metralla sobre Carlos Kunkel y Juliana Di Tullio.

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