sábado, 18 de junio de 2011
La discriminativa Caja 4 del Banco Provincia
Sr.Director
Le hago llegar esta carta, motivado por una cierta indignación al ver como se van trastocando los roles en nuestra ciudad y el país mismo; pero lo enfoco personalmente en lo concerniente a mi caso que es el mismo pienso, de muchos varelenses.
Después de pasarla mal durante muchos años, con despido incluido por la quiebra de la empresa donde trabajé 18 años y sin cobrar un peso de indemnización, traté de recuperarme laboralmente; otra forma más fácil de subsistir hubiese sido conseguir la mayor cantidad de planes sociales y subsidios para mi familia y para mi mismo; pero desde muy chico me enseñaron el sentido de varios términos que hoy trato de hacerlos míos y transmitírselos a mis hijos: Dignidad, Ética, Honradez y otros que formaron mi educación.-
Con esas herramientas he tratado de superar la crisis que muchos argentinos vivimos, vendí algunas pertenencias “suntuarias” (uno de los dos televisores que tenía; el equipo de aire acondicionado; un mini componente, etc. etc. y así hasta quedarme con lo necesario y esencial para vivir dignamente), me quedé sin auto, busqué alternativas de trabajos, hice “changas”, nos ajustamos el cinturón en la familia y por suerte desde hace unos años me la “rebusco” como trabajador independiente haciendo reparaciones domiciliarias y comerciales, pago mi monotributo, pago mis impuestos municipales, puse al día mi deuda en rentas, no estoy colgado de la energía eléctrica, no tengo en casa red de gas y compro garrafas a un costo de tres veces más de lo que cuesta el gas natural, se puede decir que hot: ¡ soy un afortunado trabajador !. Pese a mis casi treinta y dos años de aportes previsionales, mi “juventud” de sesenta años de edad “me impide jubilarme…..”.
Todo este relato previo viene a cuenta para diferenciar el trato que nos dan a los que estamos, afortunadamente “dentro del sistema”, (que algún político o economista me lo explique) y los “excluídos”.
Por mis trabajos de reparaciones, los clientes me pagan, algunos en efectivo y como todavía mi capacidad de evolución no me permite trabajar con tarjetas, otros me abonan con cheques; cuando se trata de algún banco privado, más allá de tener que desplazarme hasta las sucursales bancarias distantes de Varela, no pasa; algunos se preguntarán, por que no abro una caja de ahorro en un banco local; pero la respuesta sería que cuando uno cobra $ 500 y tiene que salir corriendo a “cumplir una obligación de pago” no puede estar haciendo el depósito, esperar el clearing, volver al cajero (y si afortunadamente tiene dinero) sacarlo y pagar, haciendo todo esto, entonces el que trabajaría sería “Magoya” y yo estaría de “operador bancario”.-
Entonces quedamos que cuando me dan un cheque de un banco privado, voy en el día y en un rato tengo los pesitos….., ahora cuando me dan un cheque del Banco Provincia….. “es como un puntapié en los genitales….”; tener que asistir a la esquina de Monteagudo y Bocuzzi equivale a perder, al menos dos horas; la espera para ser atendido el la CAJA Nº 4 es sinónimo de: “J.P.B” (jodete por boludo): la caja 4 es en esencia la ventanilla “productiva” del banco, por ahí pasamos todos los que de una u otra forma estamos “dentro del sistema operativo” o sea en ella se efectúan todos los pagos de impuestos, sellados, timbrados, servicios, multas, etc. etc. y en esa caja 4 también cobramos los cheques; o sea todos los cumplidores, los que estamos por derecha, los que apostamos a mejorar, todos juntos en la misma fila uno detrás de otro pasamos por esa ventanilla, que nunca tiene menos de treinta a cuarenta personas haciendo cola, diez o quince dentro del banco y el resto en la calle, haga frío, calor o llueva, y hablo de más de dos horas de espera…..
Paralelamente en el banco hay otras tres cajas más, las Nº 1, 2 y 3, por las cuales fluyen los clientes con rapidez y con una circulación inmediata, en las mismas se les paga, a los sufridos jubilados del IPS y a un infinito número de “excluidos ???” que cobran algunos de los planes sociales que potenciamos los “incluidos ???”; un mínimo de esa gente son merecedores de planes por su avanzada edad o mínimos recursos; la gran mayoría está compuesta por jóvenes de ambos sexos, en plenitud laboral, (pero que no trabajan) calzando costosas zapatillas de marca, portando sofisticados celulares, enganchados a sus mp3/4/5 etc. etc., vistiendo moderna ropa, con gorrita original incluida…… que país generoso !!!!.-
Mientras pasa ese desfile interminable de cachetazos tras cachetazos, los que hacemos la cola por horas, esperando en la caja 4, los miramos ansiosos de poder cumplir con nuestras obligaciones de pagar todos los impuestos, de estar al día con nuestros compromisos, de poder cobrar un “trabajo” que hicimos… y sinceramente lo que más nos preocupa, es de no poder cumplir el día de mañana con todos esos pagos y que esos jóvenes se queden “fuera de todo sistema” y tengan que trabajar….. ¿QUE INJUSTICIA SERÍA, NO… ?
Sebastián Parra
Barrio Santo Tomás
Florencio Varela
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