jueves, 23 de junio de 2011

De la resignación al éxtasis

Defensa dio vuelta un partidazo contra Central; recibió la ayuda de la "fragata" y zafó.   El juego trascendió las fronteras y los estadios. El cuento pasó de un mero partido de fútbol con final incierto a convertirse en una especie de "batalla naval" a la distancia. Deportivo Merlo, Defensa y Justicia y San Martín necesitaban diferentes tipos de combinaciones positivas para evitar la Promoción y zafar de la pesadilla de caminar por la cornisa. O sea, ganar o al menos empatar, depende del protagonista, era el objetivo de los tres.




Tempranito, Merlo hizo lo suyo y trabajó con serenidad el duelo contra el descendido Tiro Federal en Rosario. Sequeira pegó y Merlo pasó al frente, aunque luego Tucker se equivocó y causó algo de susto. Como las idas y vueltas corrían a su favor, el "charro" reguló municiones. Total, el punto le bastaba para pensar en las vacaciones.



Distinto fue lo de un "halcón" obligado a sumar de a tres y a esperar que los de La Ciudadela no derroten a la "fragata" de Blas Giunta, de lo contrario la "promo" era su destino. Los jugadores dejaban el alma en el campo y los hinchas, con los ojos pegados al show y las orejas a la radio escuchando qué sucedía en Isidro Casanova, sufrieron de lo lindo. Porque el "canalla" rosarino sorprendió a los 34' del complemento y casi que liquidaba cualquier hipótesis. Defensa 0-1, San Martín 0-0.



Todo dicho, entonces. Los del "Negro" Rodríguez estaban en la última. Menos el coloso de Emiliano Romero, que fabricó un penal, lo convirtió ahí nomas de que Central se puso arriba y les dio vida a sus compañeros.



El 1 a 1 no servía, pero aún había tiempo como para seguir intentando acertar el batacazo y forzar un partido desempate contra los "santos" tucumanos, que parecían encomendados a finalizar el reto contra Brown sin festejos.



¡Oh novedad! Almirante desbocó las especulaciones al minuto 89, después de anotar el 1 a 0. Sin embargo, al "halcón" no le alcanzaba. La victoria o nada era.



El cotejo se esfumaba. Iban 89' y los embates no surtían efecto en el arco de Broun. Era cuestión de esperar la adición del juez y ver si quedaba margen todavía. Pero...



Antes de que Delfino diera la señal, Romero volvió a hacer de las suyas: convirtió un gol antológico (por lo que significó, no por su ejecución), sacó a Defensa de todo peligro, lo invitó a la fiesta del 2 a 1 final y a festejar.

La Gaceta de Tucumán

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