Son tantos los cables que se entrecruzan una y otra vez hacia un lado u otro, múltiples las conexiones-muchas de ellas mal hechas, o realizadas de contrabando- que sería largo enumerarlos. En ese sentido, el despropósito de esos cruzamientos y en enredos del cablerío que surca el espacio aéreo varelense que bien cabe definirlo, como expresó el vecino Juan Rolón: «Hay tanto cablerío que en cualquier momento los que los instalan van a tapar hasta el Sol».
Calles como Av. Hipólito Yrigoyen, San Martín, España, Boccuzzi, Pte. Perón, 12 de Octubre, entre otras presentan una especie de ley de la selva que se acrecentó en la década del 90, donde algunas firmas concesionarias de servicios instalaban postes en cualquier lado sin pedir el permiso respectivo. Todo ello generó una sobre ocupación del espacio de la vía pública, en vez de optar por la colocación de un tendido de servicio que debía ser subterráneo o por pulmón de manzana.
En el distrito se desconoce la existencia de alguna normativa al respecto o para que el HCD fije pautas para que esa actividad esté regulada convenientemente. Si ese reordenamiento de los cables que proliferan en el espacio aéreo de la ciudad no se cumpliera, deberían ser el HCD junto con el Ejecutivo municipal quienes revoquen las autorizaciones otorgadas a las prestatarias y si no cumplen con el retiro de esa gran cantidad de cables se deberían retirar esas incorrectas instalaciones y sin derecho a reclamo o indemnización alguna. Y todo esto ocurre ahora, pero se podría agravar si en la zona llegasen a instalarse el sistema de las prestadoras de servicios de TV por cable con tendido aéreo.
Lo lógico sería que esas empresas prestadoras de distintos servicios mediante cables eléctricos paguen un cánon anual al municipio por utilizar el espacio aéreo de todos los varelenses. Asimismo, esos tendidos aéreos cuya existencia no esté bien justificada deberían ser inutilizados o removidos. Surge como prioridad que se revierta la ocupación de la vía pública en el espacio aéreo que genera molestias en el paisaje urbano, a los fines de eliminar la irregular situación del gran tendido de cables que afecta a numerosas zonas del distrito.
Algunas de esas conexiones mal
hechas generan problemas en el funcionamiento, por ejemplo, de los servicios de telefonías, donde un cable cortado puede ser conectado en un lugar incorrecto y dejar así «mudo» al abonado de la firma telefónica. Ello provoca además que el usuario deba acudir a la faz privada para que algún técnico u operario le solucione el problema y «le enganche» otra vez el teléfono a la red. Debe recordarse que el espacio aéreo es público y que quien lo utilice debería pagarle el mismo al Estado municipal, que en este caso somos todos.
Es hora que se eviten esos enjambres, ramilletes, nudos gordianos y conexiones truchas de cables de distinta índole para así contar con una ciudad mejor dispuesta en el tema ambiental en lo que respecta al espacio aéreo, que hasta ahora esta siendo mal utilizado.
La Colmena en Red
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