miércoles, 9 de noviembre de 2016

“Basta de desocupación, pero que las necesidades nos unan, no que nos dividan”



Por Daniel "Cholo" Parcero *
Luego de aparecida en Varela al Día, la nota referida a la queja vecinal respecto a los perjuicios ocasionados a la vecindad, debido la actividad de una chatarra clandestina en un domicilio particular desde hace más de una década, ubicada en la intersección de los barrios Villa del Plata y Santo Tomas, y sin que las autoridades municipales se hicieran cargo de las reiteradas denuncias de frentistas, la misma fue clausurada.

De inmediato fueron rotas las fajas, y volvió a funcionar.
Este medio volvió a hacerse eco, y el Municipio volvió a reaccionar responsablemente.
Sorpresivamente, la semana pasada aparecieron en los comercios del alrededor, pilas de volantes -se adjunta facsimil- con un texto bajo la incuestionable consigna: Basta de desocupación. Debajo, los supuestos impresores de los miles de volantes distribuídos en supermercados, quioscos, almacenes, carnicerías, panaderías, y heladerías, daban cuenta de su desesperada situación desocupacional, responsabilizando en un irónico mensaje a éste medio, señalando: "Gracias al diario Varela al Día, muchas familias se quedaron sin el pan de cada día. Que Dios ilumine nuestro camino"
No sé las motivaciones por las cuales el matrimonio vecino que vive, en la muy respetable propiedad de la esquina de Cañuelas y Berutti, haya dejado de pertenecer al mercado laboral formal, y tampoco las razones que los llevaran a convertir la vivienda en un depósito, sin habilitación (que no podrían obtener a ésos fines en medio de un barrio poblado) de residuos reciclables, complicando la convivencia (proliferación de alimañas y roedores, caída de luminarias y postes telefónicos por alto porte de los vehículos que retiran los residuos, obstrucción de calles y veredas con conteiners truchos, etc), comercializando con la mano de obra esclava, aportada por la necesidad de los mismos cartoneros, la mercadería que recibe.
Entiendo la necesidad de los cartoneros, y tambien el aprovechamiento del matrimonio chatarrero en su comercio, "inteligentes" sujetos de la explosión de la economía informal, que en éste caso tienen por objeto a los cartoneros del barrio que hoy me putean y hasta amenazan, al pasar por la vereda de mi casa.
Traté de explicarles sobre los mecanismos de comercialización honesta y responsable del reciclaje que se organiza desde los trabajadores cooperativos de la economía informal, sin necesidad de caer en intermediarios que, no dan trabajo, sino que se aprovechan de la falta de trabajo genuino.
Pero claro, la necesidad, muchas veces no da lugar a la comprensión. Como decía don Arturo Jauretche sobre finales de los 50 "la colonización cultural avanza". Esta vez más rápidamente que jamás, en apenas 11 meses de gobierno liberal.
Cuando nos dejan sin trabajo, ya no participamos de la vida sindical, la vida barrial organizativa y reivindicativa fué, y si esto sucede es porque ya se ha banalizado además la política. Convertidos en zonzos -sin ánimo de ofender a nadie- amanecemos esclavos.
En ése cuadro de situación siempre aparecen los vivos que nos dividen a pobres contra pobres, quienes no se preocupan por reubicarse en el trabajo formal, sino por usufructuar de la informalidad.
Varela al Día cumplió como medio, en comunicar una realidad vecinal, en el deber de informar y el derecho a estar debidamente informados con sentido ético, o sea, verificando la información en el lugar del hecho.
El Municipio se hizo cargo de su "distracción".
Los vecinos frentistas, nos sentimos satisfechos de que, que como debe ocurrir en una comunidad solidaria prevalezcan los derechos ciudadanos.
En mi caso personal, a quien siempre acude el vecindario cuando hay hechos que nos perjudican, debido a mi rol de comunicador social, les digo sinceramente " Ustedes saben que no soy creyente, ni me siento Moisés. Pero quien haya editado el volante en nombre de ustedes, desocupados cartoneros, el que finaliza pregonando "Que Dios ilumine nuestro camino", espero que se cumpla éste deseo, soy respetuoso de todas las creencias.
Yo seguiré pregonando desde mi actividad militante por un país y un municipio de incluidos con derechos genuinos. Por lo que diariamente me ven salir de casa a las ocho de la mañana y regresar pasadas las 21.
Basta de desocupación. Pero que las necesidades nos unan, no que nos dividan los vivos de todos los tiempos. Que no nos azoncen tampoco los políticos "distraídos".
Posdata: Haré fotocopias de ésta nota y las distribuiré entre mis vecinos personalmente. No está en mis prioridades, imprimir cientos de volantes aunque no soy desocupado. ¿Se entiende?
*Vecino de Villa del Plata. Periodista escritor y dirigente sindical

Varela al Día

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