Generalizado reclamo por mayor seguridad vial

La sucesión de accidentes de tránsito en esquinas estratégicas y de importante caudal vehicular genera la preocupación constante de los ciudadanos en Florencio Varela y Quilmes.
Generalizado reclamo por mayor seguridad vial
La mezcla entre la imprudencia de los conductores y la falta de infraestructura vial genera un cóctel peligroso que se traduce en los numerosos accidentes de tránsito que se producen en la región, tal como sucede sobre la Ruta 36 de Florencio Varela y a tan sólo cuatro cuadras de la Municipalidad de Quilmes.


Con respecto el caso de la Ruta 36 de la localidad de Bosques, Florencio Varela, el temor de ser víctima es latente a la altura del kilómetro 28,500 y en su intersección con la avenida Luján.

En relación al primer sitio, la vecina de la zona, Fabiana Klish, en diálogo con El Quilmeño, recordó que hace alrededor de 15 días se produjo un accidente que de milagro no tuvo consecuencias fatales. "Fue el 10 de marzo pasado, cuando un coche sin frenos casi impacta con un camión, que para esquivarlo se tuvo que cruzar de carril y se llevó puesto un semáforo", recordó.

En tanto, remarcó que una vendedora de tortillas a la parrilla, cuyo puesto estaba al costado de la ruta, "salvó su vida porque tuvo un Dios aparte ya que el coche paró a metros de ella. La señora quedó quieta del susto y se tomaba el corazón".

A partir de ese momento, la Ruta 36, a la altura del kilómetro 28,500, se quedó sin semáforo y ahora "es una lotería saber quién pasa primero", describió. No obstante, enfatizó que "los accidentes venían desde hace rato, ya que el semáforo colisionado funcionaba mal desde hacía meses".

"Tienen que arreglarlo sí o sí, es más, el del cruce con Avenida Luján tampoco lo hace. Allí hay un festival de bocinazos tremendo y, para colmo, circulan los colectivos que reemplazan al Tren Roca, donde viajan cientos de personas", relató.

En tanto, en Quilmes, más precisamente en Alberdi y Brown, ayer se registró un nuevo accidente vial cuando el conductor de una moto no frenó y terminó debajo de un Chevrolet Corsa. Posteriormente, tuvo que ser internado en el Hospital Iriarte, donde se recupera de las heridas.

Según Adriana, propietaria de una farmacia cercana al lugar del accidente, "se produce un choque cada 15 días porque no hay un semáforo, lo necesitamos urgente".

Posteriormente, consideró que los reductores de velocidad "no sirven, sólo molestan. No sé qué quisieron hacer. Hemos hechos pedidos para que pongan el semáforo y no tuvimos suerte".

Diario Popular